El fraudulento proceso electoral del pasado domingo en Venezuela podría afectar seriamente las relaciones de la República con los países del llamado Grupo de Lima, que entienden allí ha habido un a ruptura de la democracia, y también podría seguir afectando las relaciones de la República Dominicana con los Estados Unidos.

El gobierno dominicano ha sido solidario en extremo con los gobernantes venezolanos, a los cuales ha hecho concesiones que no debió hacer, porque Nicolás Maduro puso al presidente Danilo Medina de mojiganga durante las llamadas “negociaciones de Santo Domingo”, y aquello no fue más que una excusa de Maduro y su grupo para justificar la convocatoria anticipada de un proceso electoral amañado, con la exclusión de la oposición, y para mantener a Maduro por seis años más en el poder, luego de haber abolido el Congreso de ese país y de haber asesinado a más de 100 personas por el simple hecho de protestar contra los abusos del gobierno.

Veamos cuál es el cuadro al que se expone el gobierno dominicano en sus relaciones internacionales:

Estados Unidos ha expresado su rechazo al establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China, decisión tomada por el gobierno dominicano de forma libérrima y a lo que tenía total derecho. Luego, el embajador interino de Estados Unidos, Robert Copley, visita el Palacio Nacional y desde allí dice que Estados Unidos rechaza la forma y el momento de la decisión del gobierno dominicano.

Estados Unidos ha solicitado al gobierno dominicano descontinuar el apoyo a las autoridades de Venezuela, y colocarse del lado que reclama transparencia y democracia en Venezuela, y en particular en los debates en que ha participado en la Organización de Estados Americanos. El gobierno ha mantenido su apoyo a la negociación política en Venezuela, y nunca ha emitido ninguna condena al madurismo.

¿Cuál decisión tomará el gobierno dominicano sobre las elecciones del domingo en Venezuela, en que Maduro fue reelecto hasta el 2025?

Esa cuestión es fundamental. Se espera que la República Dominicana sea electa para ocupar una de las sillas temporales en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Antes nos rechazaba la República Popular China, porque manteníamos relaciones con Taiwán. Ahora podría rechazarnos Estados Unidos porque desconfía de la posición en política internacional del gobierno dominicano, y en particular con los asuntos relacionados con Venezuela.

A principios de junio la OEA está convocada para discutir de nuevo la toma de decisión contra Venezuela por violaciones a la Carta Democrática Interamericana. ¿Cuál será la votación del gobierno dominicano? Si se abstiene otra vez se considerará un apoyo a Venezuela nuevamente.

Estados Unidos está atacando al gobierno dominicano por otras causas. Esta semana el gobierno de Estados Unidos acusó al presidente de la Asamblea Constituyente de Venezuela, Diosdado Cabello de lavado de activos y de tráfico de drogas, vía la República Dominicana. El gobierno dominicano no se ha considerado señalado y no ha dicho absolutamente nada al respecto.

¿De dónde proceden las informaciones del gobierno de Estados Unidos sobre las actividades ilícitas de Cabello en la República Dominicana? Si mantenemos relaciones con las autoridades de Venezuela, ¿No debería el gobierno dominicano reclamar datos o exigir una respuesta al gobierno de Venezuela y al señor Cabello? ¿Tiene datos el gobierno dominicano sobre ese asunto?

Nicolás Maduro acaba de expulsar de Venezuela al encargado de negocios de la embajada norteamericana, Todd Robinson, así como a Brian Naranjo, ministro consejero, acusándolos de conspiración. Y les dio 48 horas para salir del país.

Las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos arrastran definitivamente al gobierno dominicano. Los vínculos son muchos. Las quejas de los norteamericanos también se acumulan, y por eso la visita de Copley al Palacio Nacional la pasada semana.

El Ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Miguel Vargas Maldonado, se encuentra este miércoles en Washington, en un acto de reconocimiento a José Francisco Peña Gómez, que se realiza en la Cámara de Representantes. Acento ha obtenido el dato de que podría estar convocado por el Departamento de Estado a dialogar y ofrecer explicaciones. El cuadro no parece bien encaminado. De por medio también se encuentra el acuerdo de libre comercio de los Estados Unidos con Centroamérica y la República Dominicana, más conocido como DR-CAFTA. Aclaremos nuestra política exterior. Esto no pinta bien.