Del discurso de Danilo Medina la frase que más se ha repetido, en los medios danilistas y en los que le adversan, ha sido la siguiente:
“Estoy primero, día tras día, hora tras hora. Dispuesto a pagar el precio que haga falta, por servir a nuestra Patria”.
A unos les ha gustado, porque es la muestra de que el presidente “está en eso”, de modificar la Constitución o buscar alguna fórmula para postularse a la presidencia otra vez en el 2020. Otros la consideran la frase que evidencia la falta de palabra del presidente, la ruptura de un compromiso.
Algunos medios impresos colocaron esa frase como el resumen de todo su discurso, como lo más destacado de cuanto dijo el presidente en 2 horas y 30 minutos de su rendición de cuentas del 2018.
Eso quiere decir que a los simpatizantes y adversarios del presidente, y a los medios de comunicación, más que las decisiones y propuestas del presidente, les interesa sobre todo el asunto de la política y de la repostulación presidencial.
Resulta paradójico que los simpatizantes del ex presidente Leonel Fernández no se hayan pronunciado sobre el discurso del presidente. Ninguno ha dicho nada, ni siquiera los más dispuestos a responder, como Franklin Almeyda, quien ahora no es ministro y dijo la pasada semana estar liberado de la función pública para trabajar por el doctor Fernández y sus aspiraciones para el 2020.
El asunto es que el discurso del presidente, en esa última parte dedicada a la política y a las indirectas, dijo algunas frases que se interpretan como dirigidas al ex presidente Fernández o a la posibilidad de que siga postulando por una obra de gobierno que sea la continuidad de la actual. Son estas:
Ningún proyecto de nación que haya perdurado se construyó en una hora.
Ningún plan de desarrollo se ha implementado sin esfuerzo.
Ninguna estrategia de país ha sido diseñada por un hombre solo.
Ningún sueño se ha hecho realidad sin sudor y sin sacrificio.
Lleva mucho tiempo ver los proyectos dar sus frutos.
Y, por el contrario, puede tomar minutos o incluso segundos verlos desaparecer.
Bien sea por una fuerza mayor que no podemos controlar, o por una mala decisión, lo cierto es que todos nuestros esfuerzos pueden perderse de un plumazo.
¿Quién sería el responsable de hacer desaparecer de un plumazo la obra de gobierno de Danilo Medina? ¿Sería Leonel Fernández? ¿Sería alguien de la oposición?
“Y hoy, casi 7 años más tarde, les digo nuevamente: estoy aquí para lo difícil. Sí, para lo difícil.
Para lo que no se logra en una hora.
Para lo que no es posible sin esfuerzo.
Para lo que cuesta, pero tiene que hacerse”.
Danilo dice que está trabajando los siete días de la semana, que no le faltan fuerza ni voluntad para hacerlo por los que más necesitan de su trabajo, que son los pobres. Eso dijo Danilo de muchas maneras:
“Estamos, de lunes a domingo, junto a los dominicanos y dominicanas que piensan en el largo plazo, en las soluciones duraderas, en los cambios que perduran”.
Y luego dejó caer la frase más irónica y cargada de un mensaje político casi directo a sus adversarios internos en su partido, sin mencionarlo:
“No soy ese compañero de chercha que sólo está en las buenas y que a la mañana siguiente no quiere saber de sus problemas.
No me busquen en el chisme del día, en la crítica estéril, en la división, ni en la demagogia.
Búsquenme siempre en la carrera de fondo, la que muchas veces no obtiene ovaciones, ni titulares en la prensa, pero es la más necesaria.
Búsquenme con los que trabajan callados. Sí, para llegar a su escuela temprano, para atender una oficina pública con una sonrisa, para quedarse una hora más a resolver un problema.
Búsquenme allí donde no haya cámaras filmando, pero sí personas que necesitan ayuda. Porque allí voy a estar, escuchando. Como lo hice durante años antes de ser su presidente y como lo sigo haciendo ahora, cada semana”.
Ese presidente está en campaña, por más que algunos quieran seguir negándolo. Con el ingrediente de que el sector empresarial ha dado su visto bueno al discurso, pese a que en el pasado se expresó contra la modificación constitucional.