El gobierno dominicano debe poner atención a las variantes de virus que están circulando y que, nuevamente, están colocando contra la pared a los gobiernos de la región y de otras regiones del mundo.

Chile, el país que más rápidamente ha vacunado a una parte de su población, está preocupado por las elecciones municipales, y su presidente quiere posponer por lo menos un mes ese proceso para evitar más contagios y para ganar tiempo en la vacunación de la población chilena.

La nota periodística es muy clara:

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, propuso este domingo al Congreso una reforma para aplazar las elecciones municipales y de delegados constituyentes fijadas para los días 10 y 11 de abril hasta el 15 y 16 de mayo, en medio del confinamiento que afecta a más de 16 millones de personas y de un avance sin control de la pandemia en su país.

Los infectólogos de Paraguay están pidiendo a su país cerrar por completo las fronteras con Brasil, debido a los niveles de contagio y de muertes que registra el gigante sudamericano:

Alarmados por el colapso en Brasil, la Sociedad Paraguaya de Infectología expresó su preocupación con respecto al libre tránsito en Paraguay hacia Brasil. Es que Paraguay inició ayer una nueva cuarentena estricta que se prolongará durante toda la Semana Santa, hasta el domingo 4 de abril, pero no cerró los límites fronterizos.

Para los paraguayos Brasil es una amenaza que deben evitar. Brasil es el epicentro actual de la pandemia, concentra el 25% de todas las muertes por Covid-19 en el mundo y además tiene la capacidad de originar nuevas variantes más contagiosas y letales, que sean resistentes a la inmunidad natural o las vacunas.

Venezuela, gobernada por Nicolás Maduro en medio de una crisis política que da pena y vergüenza, está ofreciendo ahora entregar petróleo por vacunas. Lo dicho públicamente por el presidente de Venezuela es apenas un indicio de lo grave que resulta la calamidad del país sudamericano:

“Venezuela tiene los barcos petroleros, tiene los clientes, para que nos compren el petróleo y dedicaría una parte de su producción para garantizar todas las vacunas que necesita Venezuela. ¡Petróleo por vacunas!”, dijo Maduro.

Brasil ha desbordado todos los parámetros de la pandemia, apenas superado por los Estados Unidos. La descripción de lo que está pasando al país gobernado por Jair Bolsonaro, el hombre que no creía en el Covid-19, pareciera salida de una película de ciencia-ficción:

El miércoles, el país rebasó las 300.000 muertes por COVID-19: aproximadamente 125 brasileños sucumben a la enfermedad cada hora. Los funcionarios de salud en los hospitales públicos y privados intentaban ampliar las unidades de cuidados intensivos, abastecerse de oxígeno que escaseaba y procurar sedación para intubar que se vendía con un sobreprecio exponencial.

En Argentina la situación es grave y el gobierno está tomando medidas más drásticas para mantener el confinamiento:

El gobierno nacional decidió implementar nuevas medidas para enfrentar el impacto de la segunda ola de Covid-19. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunciaron la aplicación de un nuevo decreto para limitar la circulación en horario nocturno. Lo hicieron a través de un video grabado en la Quinta de Olivos y luego de dos horas de reunión con el presidente Alberto Fernández.

México, gobernado por un populista, Andrés Manuel López Obrador, que no creía en el Covid-19, está postrado y pasando las mayores penurias por la expansión del virus:

La pandemia por coronavirus ha arrasado en México con la vida de cientos de miles de ciudadanos. Oficialmente han sido registradas 201,409 víctimas, de acuerdo con las cifras diarias que presenta la Secretaría de Salud (SSa). Sin embargo, un reciente informe gubernamental revelaría que la cifra oficial podría ser de 321,000 fallecimientos por COVID-19.

En Europa la situación parece dramática, más allá de la guerra comercial por las vacunas, por el colapso del sistema de salud de los países más desarrollados, como es el caso de Francia:

Los médicos de cuidados intensivos de París afirman que el aumento de las infecciones por coronavirus podría desbordar pronto su capacidad para atender a los enfermos en los hospitales de la capital francesa, obligándoles posiblemente a elegir a los pacientes que pueden atender.

Esto que hemos presentado es suficiente para que nuestras autoridades reflexionen con mucha cautela sobre el curso que debe seguir el combate a la pandemia en la República Dominicana, si debemos seguir flexibilizando las medidas o si debemos retomar medidas más drásticas.

La experiencia indica que los científicos, investigadores y demás estudiosos del comportamiento del virus no han podido descifrar todas las variantes y consecuencias de esta pandemia. Y aunque haya vacunas que estén siendo utilizadas, aún no tenemos certeza con el fin de la pandemia.