Una voz peculiar, una personalidad embriagadora, un romántico empedernido que extrapoló en cada una de sus canciones su fascinación por el amor. Así se puede hacer referencia de Anthony Ríos, un artista transgeneracional, que supo adueñarse del corazón de los dominicanos. Libretista, humorista y presentador de televisión son algunos de los roles artísticos en los que exhibió su talento con éxito.

Se dice en el quehacer artístico “es más difícil hacer reír que hacer llorar”. Anthony Ríos logró hacer ambas con maestría… Y se sabe que un poco más. Desde las carcajadas nacidas gracias a su polifacética participación en la televisión dominicana, hasta la alegría que contagiaba su optimismo y desenterrar las lágrimas más profundas con sus letras, todo lo hizo Anthony.

Los millennials conocieron por sus padres a Anthony Ríos y luego se enamoraron de él en los noventa con sus temas.  A ritmo de bachata también disfrutó más de una generación de los temas de esta estrella dominicana, Anthony Santos grabo en versión bachata La jaula de oro, obteniendo gran éxito en el 2000, esto aseguró que esa generación conociera parte de sus letras.

Decir adiós a un artista es difícil; porque nunca se va, queda su obra para la historia y para el disfrute cotidiano. Anthony dejará una mancha en el alma de los dominicanos, que superará su tamaño físico. El romanticismo pierde un gran pilar que analizó y aconsejo que es mejor comprenderse más y amarse menos, para muchos se fue un viejo amigo con el cual desahogaban sus penas ya que los artistas se convierten en amigos de sus fanáticos, siempre presente con su música en las penas y en las alegrías.

“Cuando se va a partir, el reloj parece que corre más. Todo, parece corto hasta el triste beso del adiós cuando canten las flores su alegre canto primaveral cantarán corazones  que por ahora llorando están” así escribió Anthony en su tema musical, El adiós, que puede que esa canción sea una verdad inexpugnable y a la vez una despedida, escrita casi como un presagio al entender la fragilidad de la vida.

Su discografía es un paseo por las emociones del ser humano. Con su gracia y buen humor se inmortaliza en el cancionero dominicano. Hoy Anthony se convierte en el diciembre de todos los años.