Daniel Rivera, el ministro de salud, acaba de decir que para las fiestas de navidad el gobierno no tiene contemplado aplicar medidas especiales para prevenir el Covid, porque los contagios o posibilidad han ido disminuyendo lo mismo que los indicadores de hospitalización, que para él "han ido bajando", lo que evidencia que "las medidas que se están tomando han dado buenos resultados en la población”.
Nos alegra sobremanera el optimismo del ministro de salud. Sin embargo, no sería bueno que ese optimismo arrope a todo el gobierno, porque correríamos el riesgo de hacernos los chivos locos y caer en situaciones extremas, como las que están viviendo varios países europeos, que luego de haber liberalizado las disposiciones de confinamiento, han tenido que volver atrás y recluir a todo el mundo en sus casas y cerrar ciudades, como ocurre ahora en Alemania y en Austria.
Austria, por poner un caso, ha tenido que disponer como obligatoria la vacunación contra el Covid. Pero más que eso, Austria dispuso el confinamiento de los no vacunados y amplió el confinamiento a todos los ciudadanos del país, debido a un aumento extraordinario en los contagios del virus. El confinamiento será por 20 días y será obligatorio que todos los ciudadanos estén vacunados antes del 1 de febrero de 2022. Las nuevas medidas entraron en vigencia este lunes 22 de noviembre. Austria ha llegado a tener hasta 20 mil casos positivos diarios, y es el país europeo con menor cantidad de vacunados.
Alemania está volviendo atrás y contabiliza en este momento 5.4 millones de personas infectadas por coronavirus. Tienes contagios de hasta 26 mil personas por día. En los últimos 14 días los confirmados con el covid son 731,43 por cada 100 mil habitantes, lo que significa una tasa extremadamente alta de enfermos comparado con el resto de los países europeos. Alemania lleva 99,130 personas fallecidas por el virus, y sólo el domingo fallecieron 63 personas, una cifra menor que el día anterior.
Bélgica y Holanda se encuentran igualmente en situación grave con los aumentos de contagios. Acaban de ser declarados países en alto riesgo.
Con el Covid no podemos perder las perspectivas, ni confiarnos plenamente. Es un virus que sigue mutando. El riesgo para nosotros ha desaparecido, parece ser el criterio generalizado. Y el país sigue abierto, el turismo está en pleno apogeo, y las autoridades bajan la vigilancia y permiten que se celebren actividades masivas sin mascarillas y sin control de acceso, y no importa que las personas no se hayan vacunado, porque muchos lugares actúan sin llevar a cabo el protocolo que fue dictado por el Ministerio de Salud.
En la confianza está el peligro. Veamos, revisemos nuestras propias estadísticas del Covid. Y enterémonos que el virus no ha desaparecido y que sigue vivo y a veces se crece, y sigue llevándose la vida de ciudadanos y ciudadanas. No dejemos que las fiestas navideñas se conviertan en el nuevo disparo de infectados por Covid.