Algunos huéspedes de hoteles ubicados en los polos turísticos se han quejado de que, a la hora de concluir su hospedaje, si piden un servicio de transporte de los que utilizan plataformas digitales, y no de los sindicatos ubicados en los territorios en que operan las cadenas hoteleras, tienen que abordar los vehículos fuera de la parte frontal de la recepción.
La culpa de este inconveniente no la tienen los hoteles ni sus directivos. Se trata de una resolución del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), que data del año de 2018.
Esa disposición es la que impide que taxis no registrados entren a hoteles turísticos a buscar a los pasajeros que soliciten sus servicios.
En tal sentido la medida del Intrant es lo suficientemente clara:
“Todo taxi no autorizado solamente podrán llevar al pasajero que utilice sus servicios a cualquier instalación hotelera cuando sea dispuesto como destino final, sin poder recoger en ese lugar a ningún huésped o pasajero”.
Así que la queja de quienes se vean afectados por esta ordenanza no debe de dirigirse a los hoteles, que no quieren ocasionar este tipo de inconveniente, sino a las autoridades del Intrant.
El turismo es el principal renglón de la economía de la República Dominicana, y los hoteles turísticos constituyen su principal sostén. Debemos de evitar ocasionar ruidos que proyecten una mala imagen de nuestro país como destino turístico y como atractivo para las inversiones.