Cuando el grupo de comunicaciones SIN publicó la encuesta Mark Penn/Stagwell, el pasado 28 de mayo, hubo algarabía y celebraciones en los predios del Partido de la Liberación Dominicana, porque se había conseguido un acercamiento entre Gonzalo Castillo, candidato presidencial oficialista, y Luis Abinader, candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno.
El dato estadístico del momento, la intención de votos, fue celebrada porque indicaba que la oposición no ganaría las elecciones en primera vuelta, y que Gonzalo era el hombre a vencer en la segunda vuelta. Pese a ello la encuesta también decía que en caso de una segunda vuelta Abinader tenía la victoria asegurada.
El dato publicado fue auspicioso, porque una gran parte de las encuestas creíbles decían que la distancia entre Luis Abinader y Gonzalo Castillo era de más de 15 puntos. Las encuesta del 28 de mayo indicaba que Abinader tenía en ese momento un 39% en la intención del voto, mientras que Castillo contaba con un 37%, con una diferencia de solo 2%. La respuestas de los simpatizantes de Abinader fue que el realizador de la encuesta decidió utilizar la metodología telefónica para entrevistar a las personas, y no la del cara a cara, que el propio Bernardo Vega había calificado como el método más seguro.
La publicación de la encuesta Gallup, contratada por el diario Hoy, vuelve a estremecer el panorama político, ahora con la irritación de los simpatizantes del PLD y de Gonzalo Castillo y la alegría de los simpatizantes del economista Luis Abinader. De acuerdo con este estudio, con la distancia de apenas 12 días para las elecciones, la distancia entre uno y otro es de 18.2 puntos porcentuales a favor de Luis Abinader. Llenar esa diferencia es una tarea que no se logra en corto tiempo, y menos con las ostensibles limitaciones que en la campaña se ha demostrado que tiene el partido de gobierno y sus candidatos.
Lo más terrible es que en esta encuesta se dice claramente que Luis Abinader ganaría en primera vuelta las elecciones, y que en el caso hipotético de que haya una segunda oportunidad para Gonzalo, también le ganaría. Intención de votos de 53.7% del electorado, en la más acreditaba de las encuestas, es también un golpe psicológico y al ánimo de sus simpatizantes difícil de disuadir, por más teorizaciones, explicaciones, denuncias, facturas, insultos y diatribas que se produzcan.
El error más común que comete un candidato y su equipo, en medio de una campaña electoral, es rebatir encuestas acreditadas, de medios de comunicación, y producir acusaciones, crear conspiraciones y anunciar catástrofes. Esos recursos se vuelven contra sus creadores, porque la observación de los electores, especialmente los indecisos, es que se trata de puros pataleos propios de quienes no saben perder un proceso electoral. El PLD es un partido que se acostumbró a ganar procesos electorales. Pero el PLD está dividido, pese a que sigue en el poder, la sociedad le reclama cuentas que ese partido no está en condiciones de ofrecer ahora.
Si alguien tuviera la oportunidad de reunir todas las acusaciones, inventos y ataques contra Gallup, Hoy, Rafael Acevedo, José Luis Corripio y su familia, haría un folio inmenso, con las más insólitas y desastrosas infamias, que por supuesto pocos estarán dispuestos a creer.
Ahora queda esperar que Diario Libre haga pública su encuesta Greenberg, una bien acreditada compañía, que realiza también estudios de carácter electoral. La encuesta, según el propio diario, será dada a conocer mañana miércoles. Ya se verá si son tantos los conspiradores, o si en realidad se está mostrando una tendencia del mercado electoral dominicano.