La VII Cumbre de las Américas que se celebra en Panamá es un escenario importante para los Estados Unidos y los países del continente americano, que tradicionalmente han sido socios del imperio, pero que en los últimos tiempos han desarrollado desencuentros y tensiones. La nota distintiva de esta VII es la presencia de Cuba y su presidente Raúl Castro, que desde el inicio de estos encuentros en 1994 estuvieron ausentes.

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, está en su último mandato y esta es la última de las Cumbres de las Americas en la que participará. Por esa razón, y porque ha abierto un esperanzador diálogo con Cuba, se espera que el encuentro represente un punto y aparte en las relaciones de Estados Unidos con la región.

Obama ya anunció que Cuba será excluida de la lista de países terroristas, también anunció que Venezuela no representa un peligro para los Estados Unidos. El ambiente previo que se ha creado en el encuentro es de distensión y apertura. El presidente Obama, el secretario de Estado, John Kerry, más los miembros de la delegación norteamericana realizan intensos esfuerzos para mejorar sus lazos con los países con los que más tensiones han tenido en los últimos tiempos.

La decisión del presidente Obama de anunciar, conjuntamente con Raúl Castro, el pasado 17 de diciembre, una apertura en las relaciones de los dos países, es un gran viraje en la atención de los Estados Unidos a los temas de su patio trasero, como se le ha llamado al continente latinoamericano.

En esta VI Cumbre de las Américas, además de Cuba, Venezuela, Argentina, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Bolivia y los demás países del Mercosur, del ALBA, de la OEA, del BID, se encuentra la representación de Canadá, un socio estratégico importante para toda la región, y vecino siamés de los Estados Unidos.

Son 35 jefes de Estado y de gobierno reunidos para abordar temas comunes, en particular de cooperación. Los foros son escenarios importantes para diversos sectores. El Foro Empresarial de las Américas ha sido un escenario importante para los presidentes y líderes empresariales, abordando temáticas diversas, de su propio y particular ámbito, pero también relacionadas con las políticas de Estado.

Un Foto de Rectores universitarios, porque la educación superior es fundamental para el desarrollo de cada uno de los países presentes, un Foro de la Sociedad Civil y Actores Sociales es también una oportunidad para abordar asuntos que no responden exclusivamente al interés de los gobiernos, sino de los gobernados que desean una mejor y más transparente gobernanza. Y finalmente un Foro de Jóvenes para debatir las temáticas e intereses de un sector en transición, que requiere mejores oportunidades de estudios, de trabajo y unas perspectivas más adecuadas de las políticas públicas vinculada con las aspiraciones de ese sector.

El gran desafío de la VII Cumbre de las Américas en Panamá es evitar que Cuba y Venezuela concentren las preocupaciones de los acuerdos. Hay que integrar a Cuba a la comunidad a la que de forma natural y geográfico pertenece, pero también hay que debatir unas relaciones más igualitarias y una cooperación más sincera entre Estados Unidos y Canadá y cada una de las naciones del continente. Entre iguales, también los países de la región, al margen de los Estados Unidos y Canadá, tendrán la oportunidad de coordinar mejores acuerdos de cooperación e intercambio en todos los ámbitos.

La I Cumbre se realizó en Miami, Estados Unidos en 1994. La II en 1998, en Santiago de Chile, la III en 2001 en Quebec, Canadá y la IV en Mar de Plata, Argentina, en donde lo que más se recuerda es el boche del Rey Juan Carlos al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de por qué no te callas.

Siguió en 2009 la V Cumbre, realizada en Puerto España, Trinidad & Tobago, la primera a la que asistió el presidente Barack Obama, seguida de la VI Cumbre realizada en Cartagena, Colombia en el año 2012. Y finalmente esta VII Cumbre de Panamá, en 2015, que será la última en la que participe el presidente Barack Obama.

Aunque los resultados tardan en verse, generalmente, siempre es bueno que nuestros gobernantes se reúnan y compartan discursos, utopías, aspiraciones, y que algunas de sus propuestas encuentren concreción, para mejoría de los pueblos del continente.