Satisfacen las palabras del Gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, sobre la solidez del sistema financiero nacional, y en particular la salud de los indicadores del Banco de Reservas, que tiene un índice de solvencia de 16.89%, muy por encima del 10% requerido.

Los datos aportados por el licenciado Valdez no deben dejar lugar a dudas, y en particular sobre el Banco de Reservas. Valdez tiene suficiente aval para decir lo que dijo, porque enfrentó durante años una de las campañas sucias más virulentas en su contra y en contra del sistema financiero establecido, entre el 2004 y el 2010, vinculado con el fraude que afectó a una parte del sistema financiero nacional, a partir de abril del 2003. Pese a todos los ataques, mantuvo firme su postura de la necesidad de sancionar en justicia a los responsables del fraude a todo el sistema financiero, y en consecuencia al Estado.

El Banco de Reservas, ha dicho Héctor Valdez, tiene 30 años sin ser afectado por un desencaje en sus cuentas. Más aún, mantiene excelencia en su encaje legal tanto en moneda extranjera como en pesos. La calidad de sus activos y su solvencia están por encima de los requerimientos regulatorios, y es el principal banco del sistema financiero nacional, con un 33% del mercado en activos y un índice de morosidad por debajo del promedio nacional.

En la denuncia del Comité Nacional de la Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC), que afecta al Banco de Reservas y a todo el sistema financiero nacional, se dice que habría caído en desencaje por 900 millones de pesos, por supuestamente financiar la construcción de la planta de carbón que construye el Estado en Punta Catalina, Baní. Lo dicho por el Gobernador Héctor Valdez desmiente esa versión, y con advierte que la Ley Monetaria y Financiera es muy clara respecto de la responsabilidad penal y civil de divulgar rumores sobre el sector financiero y en particular sobre bancos que, como el Reservas, son parte fundamental del sistema de pagos en la República Dominicana.

Se esperaba que el Comité Nacional de la Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC)  justificara los datos que entregó y explicara en qué consiste el supuesto desencaje del principal banco del sistema financiero nacional. El viernes al mediodía, el comité emtidió una nota en la que argumenta que "denunció con datos concretos e irrefutables que el gobierno tomó prestado al Banco de Reservas 900 millones de pesos para financiar pagos de personal y cubrir compromisos con contratistas locales en la construcción de las plantas de carbón de Punta Catalina, y como consecuencia del incumplimiento del gobierno de la devolución de este dinero, ha colocado en serias dificultades a este banco".

La pregunta es ¿Dónde está en desencaje? Una cosa es que el gobierno haya tomado dinero prestado al Banco de Reservas. Si lo hizo, se entiende que el Banreservas prestó -como es su negocio- a una tasa de interés y ganando para sí la parte que le corresponde de una operación como esta, y apropiando con las autoridades monetarias el porcentaje que manda la ley. Si el gobierno no pagó, peor para él, porque eso genera más ganancias para el banco. ¿Por qué el CNLCC habla de desencaje legal?

En la respuesta que ofrece el CNLCC se revelan datos sobre el supuesto uso de los fondos de pensiones en esta operación. Esos fondos se encuentran en el sistema financiero, generando intereses. Luego se habla del problema de la licitación de Punta Catalina y la ausencia de financiamiento del Bandes de Brasil. El documento retoma las viejas quejas de la licitación y muchos otros argumentos de carácter técnico, que no tienen que ver con la solvencia del Banco de Reservas. Nuestro punto es que en este caso no era posible llegar al extremo de involucrar la credibilidad y la solvencia de un banco comercial, que tiene el 33% de los activos de todo el sistema, por una suma que no llega a mil millones de pesos. Estamos hablando de apenas 20 millones de dólares

El Comité Nacional de la Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC) ha reiterado su denuncia. Entendemos que debió rectificar el camino iniciado al involucrar al banco comercial y atribuir a esta operación la responsabilidad de un supuesto desencaje que el Banco Central ha negado. El CNLCC no ha presentado una prueba de su afirmación inicial.