La convención del Partido Revolucionario Moderno (PRM) comenzó a despejar el panorama político de la oposición. Casi sin excepción, los partidos políticos opositores han sufrido desgaste y desgarramiento o se han mantenido con poco crecimiento, para beneficio del partido que lo controla todo, el de la Liberación Dominicana, que tiene el control del Gobierno, del Congreso Nacional, de la justicia, del Tribunal Constitucional y de las instancias electorales, tanto la Junta Central Electoral como el Tribunal Superior Electoral.

Alguna gente esperaba un escándalo en la convención del PRM, o que no hubiese aceptación de los resultados por parte de cualquiera de los candidatos que perdieran en esa contienda interna. Y no ha sido así. La Comisión Nacional Organizadora de la Convención, dirigida por Milagros Ortiz Bosch, tuvo poco tiempo para organizar la elección, y no pudo completar el envío de los materiales del proceso a los departamentos del exterior, tampoco a algunos municipios, pero el PRM pude demostrar sin duda alguna que la preferencia estaban con el candidato Luis Abinader Corona, quien fuera candidato a la vicepresidencia de la República en las pasadas elecciones presidenciales.

Luis Abinader ganó la elección interna en el PRM al ex presidente Hipólito Mejía, lo que representaba una duda para la mucha gente, que estaba convencida de que a Mejía era poco probable ganarle, tanto por su experiencia, por su arraigo y liderazgo y porque habiendo sido un ex presidente de la República tenía poder de convocatoria que un joven como Luis Abinader no lograría derrotar.

El triunfo de Luis Abinader pone los ojos del país sobre él, porque el PRM es la segunda fuerza política de la nación, y porque ya Hipólito Mejía se reunió con él y le ofreció su apoyo. El PRM tiene ahora por delante el desafío de unificar en torno a su candidatura a la Convergencia por Mejor País, y hasta lograr una coalición de las fuerzas opositoras al partido de gobierno. Eso lo ven hasta los propios dirigentes del PLD, como José Tomás Pérez, embajador en Washington, quien ha pedido a los peledeístas organizarse en torno a la candidatura reeleccionista de Danilo Medina.

De alguna manera la sociedad alberga la esperanzad de que en una eventual competencia entre el presidente Danilo Medina y el opositor Luis Abinader el debate sea sustancioso y de más alto nivel, dejando a un lado los denuestos, las diatribas, las descalificaciones personales y la campaña sucia que matizaron pasados procesos electorales.

El hecho de que Hipólito Mejía haya brindado su apoyo y reconocimiento a Abinader no significa que vaya a desaparecer del escenario político. Al finalizar la contienda electoral del 2012 Mejía se proclamó líder de la oposición, condición que no ha podido ocupar. Tal vez ahora la ocupa y se encarga de fortalecer las estructuras del PRM para que ese partido sea exitoso en la contienda electoral, mientras luis Abinader organiza su campaña, conforma sus equipos de colaboradores y organiza un frente opositor.

Abinader tiene la ventaja de una tasa de rechazo muy baja, que es un hombre joven, bien formado, con un discurso ecuánime, centrista, que piensa bien sus palabras y que pocas veces ha cometido excesos o se ha referido en términos personales a otros dirigentes políticos. Esas cualidades le consolidan como un candidato para seguir creciendo, con un techo que no dejaría de crecer hasta absorber a la vieja y ya pequeña militancia del Partido Revolucionario Dominicano, que con Miguel Vargas Maldonado ha quedado a la deriva de los acontecimientos políticos.

El momento actual, de seria nebulosa sobre la unidad del PLD, es para que Luis Abinader consolide una candidatura presidencial, preparando un  buen programa de gobierno y estructurando un equipo socialdemócrata que pueda delinear un proyecto de gobierno alternativo al partido de gobierno. Es un chance el que se ha abierto para la oposición.

Gianni Vicini Cabral, descansa en paz

Cierra su ciclo de vida Don Juan Bautista Vicini Cabral, más conocido como don Gianni, a los 91 años. Un hombre próspero y discreto, que consolidó una fortuna familiar y a que a la vez puso en riesgo su fortuna y la vida propia y de su familia al unirse a los héroes nacionales que conspiraron para quitarle de encima a la República Dominicana la dictadura de Trujillo.

Don Gianni fue un creador de riqueza y un constructor de empresas. Fue innovador y nunca cedió ante el fracaso. Es lo que queda de su participación en la vida empresarial y económica de la República Dominicana. Dejó una familia que ha seguido sus pasos, con vocación de innovación y expansión, porque al grupo empresarial que le dejó su padre le han dado nuevos bríos, dejando ver una musculatura que su progenitor mantuvo siempre discretamente. Todo el mundo lo sabía, o lo intuía, pero don Gianni fue más discreto que rico.

Fue testigo excepcional de la forma en que se puso fin a la dictadura de Trujillo y nunca pidió reconocimiento, pese a que los responsables del tiranicidio recibieron por ley la denominación de héroes nacionales. Guardó silencio, incluso, frente a los investigadores e historiadores. Nadie supo nunca quién era Mister X, de los responsables de la conspiración contra el dictador, y que contaba también con la confianza del gobierno de los Estados Unidos.

Nuestras condolencias a sus descendientes y demás familiares, y que edu ejemplo de emprendedor, creador de empresas, forjado de riqueza se mantenga y se extienda por toda la República Dominicana.