El Consejo Nacional de la Magistratura se reunirá esta semana, nuevamente, para tomar las decisiones que le corresponden en las designaciones de jueces de la Suprema Corte de Justicia.
Entrevistó a 10 de los 12 miembros actuales de la SCJ que optaron por la evaluación para ser ratificados o removidos de la posición. Esa parte representa un serio desafío para el Consejo Nacional de la Magistratura.
El país ha sido testigo de la forma injustificable en que se comportó el consejero Jean Alain Rodríguez, Procurador General de la República, con la magistrada Miriam Germán Brito, presidenta de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, y quien ha sido servidora pública por más de 40 años, con una carrera marcada por la pulcritud, la imparcialidad y el desempeño responsable. El año pasado el presidente de la República, con motivo del 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer- reconoció a Miriam Germán Brito por sus calidades, y no hay elementos nuevos que lleven al presidente a desdecirse de lo que hizo el año pasado, salvo los elementos difamatorios e ilegales, altamente ofensivos y abusivos, Puestos a rodar por personeros vinculados a la Procuraduría General de la República.
En este caso corresponde preguntarse, y es lo que todo el mundo mantiene como incógnita, ¿será ratificada la magistrada Miriam Germán Brito como jueza y como presidenta de la Segunda Sala Penal? La respuesta la tiene el presidente de la República, Danilo Medina, quien tiene mayoría de votos, tomando en cuenta que Jean Alain Rodríguez no podrá votar en este caso, y que los miembros del CNM José Ignacio Paliza y Josefa Castillo ya anunciaron que la apoyarían para continuar. Reynaldo Pared, presidente del Senado, y Radhamés Camacho, presidente de la Cámara de Diputados, demostraron indignación en la rueda de prensa en que Jean Alain Rodríguez anunció que se abstendría de votar, al mismo tiempo que pedía disculpas por su comportamiento. Claro, fue una pantomima, que dejó atónitos a los otros consejeros. Se desconoce cómo votarían Fran Soto Sánchez y Mariano Germán, quienes han guardado silencio sepulcral sobre el caso Miriam Germán.
La decisión que adopte el CNM con respecto a Miriam Germán Brito marcará definitivamente la composición del organismo judicial y dejará una huella profunda en la conciencia ciudadana sobre le legitimidad o no de la decisión. Corresponde la ratificación, pero si no lo hacen, estarán enviando un mensaje inequívoco de que la independencia y la honestidad no es precisamente lo que se espera de los miembros del alto tribunal.
Lo otro tendrá que igual significado, con los 78 aspirantes a ocupar una posición en la Suprema Corte de Justicia. Una gran parte de los aspirantes son miembros de la carrera judicial, y ocupan posiciones relevantes en las cortes de apelación de los diferentes departamentos judiciales del país. Es una gran tarea. Hay buenos candidatos, y entre los mejores hay que destacar a Modesto Martínez, quien hizo una valiente y brillante exposición sobre lo que representa el poder judicial para el conjunto de la sociedad dominicana. Otros aspirantes brillaron por su inteligencia, historial de trabajo y buena calidad de las respuestas que ofrecieron.
Y el tema que podría ocupar la mayor atención está relacionado con la designación de la nueva presidencia de la Suprema Corte de Justicia. En los corrillos del poder judicial y de los analistas de este proceso existe la creencia de que la posición será para el abogado Luis Henry Molina, actual presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones. Siendo un abogado que conoce profundamente el poder judicial, pues fue director de la Escuela Nacional de la Judicatura, y fue viceministro de la presidencia, es razonable que el presidente Danilo Medina lo prefiera a él en la cabeza del poder judicial dominicano. Tiene capacidad, calidad y solvencia, aparte de la confianza política que genera en quien controla los votos del Consejo Nacional de la Magistratura.