En una proclama dada a conocer este lunes, 17 de febrero, el pleno de la Junta Central Electoral convocó a elecciones extraordinarias municipales para el próximo domingo 15 de marzo. En dicha contienda participarían los mismos candidatos pautados por los partidos, y aceptados por la Junta Central Electoral para competir en las frustradas elecciones del 16 de febrero pasado.
La proclama es un documento de tres páginas, con justificaciones legales en la Constitución y en las leyes electoral y de partidos políticos. Solo se refiere a las nuevas elecciones extraordinarias serán realizadas “a través del uso de boletas físicas en todos 1os Colegios Electorales”. No brinda ninguna otra explicación. No habrá voto automatizado, y parece demasiado obvio que se renuncie a esta fórmula, luego del fiasco y la vergüenza por la que ha pasado el país y los propios miembros de la JCE.
El proceso electoral se mantiene abierto, desde ahora, para todos los aspirantes a posiciones municipales, y se mantienen los mismos criterios de alianzas y candidaturas que habían sido aprobados para las elecciones municipales del 16 de febrero.
Un aspecto que toca en su numeral quinto la proclama es el de los topes de campaña para los candidatos, pese a que las elecciones se realizarán un mes después de la fecha para la que fueron programadas las elecciones. ¿Es correcto esto?
“Se reiteran 1os topes de gastos para candidatos del nivel municipal, ratificados en la referida proclama de l8 de noviembre del 2019”. Este es uno de los puntos discutibles de la decisión de la JCE, debido a que se hizo la convocatoria sin consulta con los partidos políticos ni con los candidatos a las posiciones municipales. Digamos que en este caso, se trató de una decisión de ruptura de la JCE con su tradición de consultar con los partidos todas las decisiones relativas a los procesos electorales. Una posibilidad es que los miembros del Pleno hayan perdido la confianza en los delegados de los partidos, pues en una reunión del domingo en la mañana, entre miembros del Pleno y delegados de los partidos, alguien grabó por lo menos 18 minutos de la reunión y la hizo pública en las redes sociales.
Sin embargo, sin haber informado absolutamente nada sobre las razones del fallo del sistema de voto automatizado, que empujó al organismo a cancelar las elecciones, se decide continuar como si nada hubiese pasado, resulta completamente extraño, y por demás cuestionable.
¿Vamos a repetir los mismos errores de organización de las elecciones? ¿Los fallos son sólo atribuibles al sistema del voto automatizado? ¿No falló la gerencia? ¿No falló la logística? ¿No falló la supervisión? ¿Carece de importancia las pérdidas de trabajo y dinero, miles de millones de pesos? ¿Está justificado proclamar las nuevas elecciones para el 15 de marzo, sin explicar que no se cometerán los errores que interrumpieron unas elecciones que ya se habían iniciado? ¿Basta sólo el pedido de disculpas del presidente de la JCE el pasado domingo a las 11 de la mañana?
La JCE debe actuar con rapidez y decir las razones, y los responsables, del fallo en el proceso informático. No es posible dejar el caso para después, y seguir hacia las elecciones del 15 de marzo como si nada hubiese ocurrido. Necesitamos más explicaciones, o por lo menos la confesión de que hay un equipo haciendo las investigaciones de lugar, para ofrecerlas a la sociedad tan pronto como sea posible.
Discurso del presidente Danilo Medina
Anoche el presidente Danilo Medina se dirigió al país, y ofreció su apoyo a la JCE en su reencauzamiento del régimen legal, en materia electoral e institucional. Ha reconocido la desgracia que representa la suspensión de las elecciones y ha dicho:
“respetando la autonomía e independencia de la Junta Central Electoral, le instamos a ponerse a la altura de las demandas legítimas del pueblo dominicano, a tomar los debidos correctivos y a dar cumplida respuesta, hasta las últimas consecuencias, a los cuestionamientos que se presentan, para preservar la legitimidad de la institución”.
Una decisión ecuánime y correcta. La JCE debe colocarse a la altura de las expectativas del país, luego del fracaso que se ha registrado bajo su responsabilidad.
El presidente también ha hecho un llamado al liderazgo político y social del país, a la cordura y a la responsabilidad. Ni los organismos oficiales ni las instituciones privadas pueden salirse del cauce institucional y legal, incluyendo los mecanismos de seguridad del Estado, y muchos menos los organismos de seguridad pública, como la Policía Nacional.
Hay que investigar a los criminales que cometieron atentado contra el proceso electoral. Eso lo han pedido todos los partidos políticos, pero los organismos de seguridad no pueden tener chivos expiatorios ni pueden realizar acusaciones contra adversarios o sus allegados, sin tener las pruebas correspondientes. Todo eso forma parte de la cordura y la responsabilidad, a la que se ha referido el presidente Danilo Medina.