Diciembre está encaminado, el gobierno ya entregó el bono navideño, y las empresas privadas han comenzado a depositarlo también las cuentas de nóminas de sus empleados, y los partidos políticos siguen como si estuviéramos en plena campaña electoral, proclamada por la Junta Central Electoral.

Es cierto que la campaña electoral para las elecciones municipales está abierta, y que las elecciones de febrero tendrán impacto decisivo en las elecciones de mayo. Pero a la campaña que todos están atentos es a las presidenciales, y hasta el presidente los fines de semana está saliendo para acompañar al candidato oficialista, Gonzalo Castillo, en el apoyo eufemístico a los candidatos municipales. Realmente la campaña es de los candidatos presidenciales.

Sorpresivamente David Collado anunció que no se presentará a la reelección en el gobierno municipal del Distrito Nacional, pese a que tiene intención de votos de un 70 por ciento, y aprobación de su gestión de casi un 80 por ciento de los residentes en el Distrito Nacional. Carolina Mejía será la candidata a alcaldesa por el PRM en la capital, y su candidatura fue proclamada de inmediato por ese partido.

Carolina Mejía, con el aval de David Collado, competirá con los aspirantes del PLD, Domingo Contreras, de la Fuerza del Pueblo/PTD, Johnny Ventura, y del candidato del PRD, Hugo Beras, además de otros aspirantes al gobierno del Distrito Nacional.

La divulgación de las pruebas PISA de la educación dominicana, realizada por un consorcio internacional que evaluó a 79 países, luego de tres años vuelve a dejarnos en el último lugar en rendimiento estudiantil en ciencias, capacidad lectora y matemáticas. Una pena que sigamos en el último lugar. Es parte de un proceso muy largo en que República Dominicana ha sido más valiente que otros casi cien países, que no se someten a las pruebas PISA. Esto tiene que ver con nuestro proceso electoral, porque la revolución educativa es el principal logro del gobierno del presidente Danilo Medina, quien apostó con el 4 por ciento para la educación dominicana, y estos resultados obligan al país a continuar profundizando en la revolución educativa, para mejorar nuestros indicadores en relación con los países que se siguen sometiendo a las pruebas PISA.

La gran expectativa sigue siendo lo que revele César Emilio Peralta (El Abusador), apresado la pasada semana en Colombia, y en proceso de extradición a los Estados Unidos. Ha ofrecido colaborar con las autoridades de ese país respecto de las complicidades que le permitieron transportar miles de toneladas de cocaína a los Estados Unidos. El Abusador es un dominicano que tendrá que ofrecer datos convincentes a las autoridades de Estados Unidos sobre los manejos que le permitieron actuar libremente en la República Dominicana por más de 20 años.

Todo eso es parte de un sancocho electoral en que están involucrados los dominicanos y dominicanas, y en el que participan como candidatos Gonzalo Castillo, candidato oficialista, Leonel Fernández, tres veces presidente de la República y ex líder del PLD, y Luis Abinader, otra vez candidato del recién creado Partido Revolucionario Moderno (PRM). Es el principal aspirante de la oposición, y quien tiene números más atractivos, con posibilidad de seguir subiendo. Quedan más rezagados otros candidatos de partidos menos relevantes, que están desafiados a demostrar que tienen el potencial que ellos mismos se atribuyen de poder conquistar las elecciones presidenciales.

Mientras tanto, ciudadanos contentos con el doble en los bolsillos, se adentran ya a celebrar contentos las navidades del 2019. Fiesta y mañana gallos, como se decía en el pasado en los campos dominicanos.