Con mucho dolor despedimos al gestor cultural, abogado y sociólogo Rafael Andrés Brenes Guridy, más conocido como Cholo Brenes, fallecido la tarde del lunes, quejado por serias complicaciones de la diabetes, que ya había corroído parte de su cuerpo y le había quitado una pierna. O tal vez en la miseria y el olvido, porque el ministro Pedro Vergés le retiró el agosto del 2016, desde que llegó, un donación que se le ofrecía de 18 mil pesos mensuales.
Cholo Brenes mantuvo firme su voluntad, hasta el último minuto, de seguir siendo digno, crítico, de opinar sobre los temas más diversos y en particular sobre aquellos relacionados con las artes populares a las que tanto tiempo de su vida dedicó. Pero en este país hay funcionarios que no toleran la crítica, y abusan de su poder.
Fue gestor de artistas populares como Wilfrido Vargas, Sergio Vargas, Fernando Villalona, Los Hijos del Rey, del Grupo Negros y de Wason Brazoban.
Sus recursos los dedicó a pagar, tanto como le fuera posible, las atenciones a su salud. Al final, como ocurre con frecuencia en casos de personas que no han acumulado fortuna, esos recursos se agotaron. Y aquí entra la historia trágica de depender de una donación del Estado.
El ministerio de Cultura, en la persona de José Antonio Rodríguez, brindó apoyo económico a Cholo Brenes durante una parte importante de su gestión de cuatro años. Cholo Brenes era crítico del gobierno. Publicaba artículos y hablaba por algunos medios electrónicos con posiciones que cuestionaban a los funcionarios de la actual administración. Sin embargo, y en reconocimiento a José Antonio Rodríguez, mientras fue ministro de Cultura nunca le retiró los 18 mil pesos que el Ministerio de Cultura le ofrecí como apoyo para la compra de sus medicamentos.
Los documentos hablan muy claramente que hasta el mes de julio, inclusive, Cholo Brenes recibió los 18 mil pesos que le entregaba cada mes el Ministerio de Cultura.
Como constancia está el cheque número 021999, del Ministerio de Cultura, de su cuenta en el Banco de Reservas. Ese fue el último cheque recibido por Cholo Brenes, y tuvo que ser el último autorizado por José Antonio Rodríguez, porque cesó el 16 de agosto en el caso, y a partir de ahí quien asumió fue el actual ministro Pedro Vergés. La fecha de emisión del cheque es 21 de julio del 2016.
El concepto en la emisión del cheque dice lo siguiente: “Aporte económico de este Ministerio de Cultura para cubrir gastos de medicamentos por problemas de salud, correspondiente al mes de julio del 2016, según anexo”.
Decir ahora, como ha dicho el actual Ministro de Cultura, que fue en julio que se retiró el apoyo a Cholo Brenes, es -por decir poco en medio de la indignación- una mentira. Si alguien retiró ese apoyo, al igual que otros a artistas y grupos necesitados, fue Vergés, quien habría pasado la orden a la directora de Recursos Humanos del Ministerio, Celsa Contreras, bajo el alegado de que esa nómina debía ser eliminada porque Cultura no es departamento de ayuda social. Celsa Contreras, aunque ya no ocupa la posición, bien pudiera aclarar esa decisión.
De todos modos es penoso, lamentable e indignante que en una situación trágica como esta, se ofrezcan versiones tan alejadas de la verdad. Serán los familiares de Cholo Brenes quienes dián si murió por falta de medicamentos y de atenciones, o por miseria y carencia de recursos. Tampoco hay que dudar que a Cholo Brenes se le haya quitado la ayuda por su posición crítica frente a las autoridades. Más que miserable, sería la comisión del crimen mismo.
José Antonio Rodríguez, representante dominicano ante la UNESCO, habló a periodistas de Diario Libre y dijo lo siguiente:
“El ministro (Vergés) está apelando al silencio de los muertos para mentir y me apena, pero quedan vivos que pueden atestiguar. No solo a Cholo le quitó la ayuda, sino a otros artistas aquejados de salud y que por respeto no los menciono. Sigo sin entender cuál es la razón que tiene el Ministro de Cultura en tratar de satanizar una gestión a la cual, lo único que tenía que hacer era darle continuidad, porque era el plan de gobierno del presidente”.
Si Cholo Brenes murió por falta de medicamentos, por carencia de atenciones, o por la miseria en que se encontraba luego del retiro de la ayuda en agosto, que le ofrecía el Ministerio de Cultura, esta muerte habría que atribuirla a la presente administración, no a la diabetes. Una lástima, y más que lástima, indignación, porque sería un crimen.