Altagracia Salazar es una gran mujer y una extraordinaria periodista. Pocas mujeres han ejercido el periodismo con la pasión que lo hace La Morena, como cariñosamente se le conoce entre los periodistas y compañeros de avatares.
Los fundadores y principales ejecutivos de Acento fuimos compañeros de estudios en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), de Altagracia Salazar, a finales de 1978 y 1979, y a principios de los 80, y siempre fuimos testigos de la extraordinaria calidad humana, capacidad, solidaridad de esta mujer sin trabas, que se conocía ya cada rincón del país y que competía en cualquiera de los géneros periodísticos con el más avanzado de los compañeros.
En el ejercicio de la profesión que estudio, La Morena ha sido multifacética. Además de buena reportera, de excelente editorialista, de profunda entrevistadora, fue demostrando, con el paso de los años que su vocación social y de justicia superaba con creces a sus pares en el círculo periodístico. Altagracia fundó una empresa que se dedicaba a realizar reportajes de televisión en profundidad, y a la vez ha formado parte de empresas asesoras en asuntos de comunicación. Ha realizado exitosos programas de radio, y es líder en las redes sociales desde que decidió incursionar en este espinoso mundillo de las comunicaciones impactadas por las nuevas tecnologías.
Pasó por varias empresas periodísticas. Dirigió canales de televisión, hizo trabajo social, investigaciones, fue contratada por grandes firmas empresariales, y nunca jamás cedió a ninguna presión ni abandonó ninguno de los principios que sigue enarbolando. Fue fundadora y dirigente, hasta el día de hoy, de la Coalición Democrática por la Regeneración Nacional, junto a un grupo de profesionales que apoyaron al Partido Revolucionario Moderno en las recientes elecciones municipales, presidenciales y congresuales.
Altagracia Salazar es una luchadora social sin mediaciones, comprometida. Estuvo al frente del movimiento Marcha Verde, es miembro del Consejo Nacional de Participación Ciudadana, ha sido reconocida como una periodista honrada y de profundo compromiso democrático, y tiene una hermosa familia, que ha levantado a fuerza de gran dedicación. Recientemente su madre, Yolanda Bello, falleció, en Nizao, su pueblo, y allí estuvimos con ella en el duelo más doloroso y profundo que cualquier ser humano puede soportar: La despedida de la mujer que la trajo al mundo.
La firmeza de Altagracia Salazar en sus convicciones es conocida por todo el que ha visto alguna vez noticias o escuchado sus comentarios. Desde hace más de un año La Morena tiene su programa Sin Maquillaje en Youtube, Facebook y Twitter. Cientos de miles de personas la siguen en horas de la mañana. Ha sido productora de varios programas en la TV tradicional, y el de mayor edad fue “A quien madruga…”, que se transmitió por Teleantillas. Ahora, en horas de la tarde, y por las redes sociales tiene también “El Patio”, donde una gran cantidad de personas la sigue y confía en todo cuando informa y opina.
Altagracia Salazar es una profesional que dignifica el periodismo. Altagracia Salazar es una mujer digna, honesta, trabajadora, infranqueable a la malicia, la degradación, la irresponsabilidad, el chantaje, el soborno o cualquiera de las putrefacciones que se expresan en algunos seres inferiores que dicen ejercer “periodismo”.
Nuestro reconocimiento y homenaje a esta mujer extraordinaria, a esta profesional del periodismo en tiempos convulsos y difíciles, y la exhortación de que es necesaria, es un faro de luz y de esperanza del pueblo dominicano, y que en su lucha por la justicia, por la honestidad y la batalla por la información pulcra no anda sola. Una gran comunidad de dominicanos la aprecia, la admira y le tiene reservado un espacio muy especial en sus mentes y corazones.