Cuando el día comienza, como ocurrió ayer, y te golpea con una noticia tan horrible como el fallecimiento de Alanna Lockward, lo único que posible como respuesta es no aceptar como cierto el dato, negarlo rotundamente y cerrarse en banda: O tratan de jugar maliciosamente con las personas, macabramente, y no hemos despertado y estamos soñando y el sueño ha pasado a pesadilla. Poco a poco hay que admitir que la vida es muy frágil y que sí es posible que se haya producido esa muerte y que esta vez correspondió a una persona libre, libertaria, irreverente, rebelde, entusiasta, apasionada, amante de la libertad, con un camino trazada en la cultura, en la televisión, en el documentalismo y en el periodismo.
Alanna Lockward ha fallecido, con apenas 57 años, llena de vida y de proyectos, y con un montón de compromisos incompletos. Su deceso ha ocurrido luego de regresar de Haití, donde trabajaba como voluntaria y donde iba con frecuencia. Fue atendida en un centro especializado en Santo Domingo, en Gascue, donde falleció este lunes 7 de enero.
Mu Kien Sang, presidente de la Academia Dominicana de la Historia, fue de las primeras en dar a conocer la información por redes sociales. Con una fotografía de Alanna dijo lo que había ocurrido:
“Acaba de fallecer Alanna Lockward. Una mujer apasionada y amante de la vida. Se nos fue en tres días! Descansa en paz”.
Confirmado el deceso las opiniones y consideraciones de conocidos y allegados no se han detenido. Alanna fue periodista, gestora cultura, profesional, autora de libros y muy especialmente fue una mujer de gran carácter y valiente, que decía lo que creía sin medias tintas y sin tapujos. Eso le provocó serias discusiones, pero siempre fue fiel a su compromiso social, profesional, personal, político y cultural.
Ana Mitila Lora, periodista, también publicó una fotografía que le hizo a Alanna en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, en la puesta en circulación de un libro:
Alanna Lockward, única, hermosa, en la plenitud de vida. Curadora de arte, cineasta, periodista, ballerina, intelectual, escritora, investigadora, radical, apasionada. Para ella, los procesos sociales eran blancos o negros. No conocía matices. Aunque no hay palabras para describirla, puedo decir que abrazaba a los golpeados por las injusticias. La última vez que la vi, la fotografié, sonriente y complacida, durante la puesta en circulación de un libro que recoge testimonios de jóvenes afectados por la sentencia 168-13, en mayo de 2018. ¡Dime, Alanna que no es cierto que partiste este 7 de enero!¡Descansa en paz! Consuelo para tu familia”.
El consenso es muy amplio con respecto a su talante de luchadora y mujer de firmeza de espíritu y de vocación social. Matías Bosch Carcuro, de la Fundación Juan Bosch también lo dejó dicho:
Nos sorprende la muerte tocándole a una mujer llena de vida, energía, osadía, creatividad y valentía para derribar muros grises, para ver allá donde está la luz. Nos sorprende porque nos dice al oído que somos absolutamente frágiles, apenas un sutil instante, cuyo punto de origen y punto final no está escrito. Solo vale la pena vivir sumergiéndose con pasión en aquello que se ama y se cree con el alma. Es la única forma de que el instante sea valioso. Alanna lo hizo así y quede con ella la gratitud de todos y todas”.
Edwin Paraison se tomó la que podría ser la última fotografía de Alanna Lockward. Estaban él, Alanna y Joiri Minaya, en Haití, en 2 de enero: Alanna Lockward (a la derecha) en su ultimo viaje en Haiti el 2 de enero 2019 junto a Joiri Minaya en mision para un nuevo proyecto de Amistad y solidaridad dominico haitiano, murió repentinamente, este lunes, tras un cirugía en en Santo Domingo. Paz a su alma!
Miguel Gómez, fotógrafo y conocido de Alanna escribió: Hoy es un día triste para mi. Mucho! Una gran amiga. Aún me cuesta creerlo. Sin palabras, así que vamos a elegir quedarnos con lo vivido, la buena gente que conocí gracias a tí y lo mejor…con tu sonrisa. Hasta siempre amiga! Alanna Lockward”.
Con estos testimonios de gratitud, de amistad, de afecto sincero, nos despedimos de Alanna Lockward, y siempre la recordaremos.