“La economía sucia, el narcotráfico, la estafa, el fraude y la corrupción son plagas contemporáneas cobijadas por ese antivalor, ese que sostiene que somos más felices si nos enriquecemos sea como sea… A los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política. Son un peligro. … La política es para servir”. (José Mujica).
Cuando Participación Ciudadana realizaba su Balance del año 2016, no pensaba ni esperaba que una semana después, para ser más precisos, el 22 de Diciembre del referido año, estallara el más escandaloso caso de corrupción en América Latina y uno de los más emblemáticos en los tiempos de la era moderna: ODEBRECHT, sus sobornos, sobrevaloraciones de obras y financiamiento de campañas políticas.
12 países de América Latina pasaban por el tsunami de la corrupción, que configuraría una verdadera Captura del Estado. ODEBRECHT planeaba, diseñaba y ejecutaba obras, no en función, necesariamente, de las necesidades de esos 12 países, sino en relación de su mercadotecnia y finanza global y en su país local, Brasil. 788 Millones de dólares en sobornos, de los cuales 92 millones fueron en la República Dominicana, el más representativo, de acuerdo al tamaño del PIB, de la población y del territorio.
22 de Diciembre del 2016 (ODEBRECHT) un acto de corrupción que envolvería políticamente a las elites de la partidocracia de 12 países. Una fecha lapidaria que vendría a ser como la expresión de la acumulación de casos de corrupción. 22 de Enero del 2017 se fraguó un Movimiento Verde, que significó el despertar del letargo y la ruptura de la indiferencia y el miedo en la sociedad dominicana, sobre todo, de la Clase Media y Media Alta.
Una consigna brotaría con energía: Fin de la corrupción y de la impunidad. Una gran sombrilla que recorre el país, planteando la correlación entre la corrupción, la impunidad y las necesidades vitales de una sociedad que crece económicamente, hasta ser situada como un país de ingreso medio, con un termómetro social donde el 62% de las provincias tienen un desarrollo humano bajo.
Todo el año del 2017 significó una cadena de casos de corrupción que pasará a la historia como el rey, con elementos desgarradores para la sociedad: varios de los casos estuvieron salpicados de asesinatos, de sicariatos, con características de la mafia siciliana, las más crueles de los años 20 y 30 del Siglo XX. El año 2017, es el de la verdadera erosión de la ética en la sociedad dominicana. Es el año de la explosión, de la eclosión sin parangón de la corrupción.
Los Tres Brazos, un barrio vendido con todo y gente. Un barrio que data desde el 1979. Los actores sociales habían enviado varias cartas al Presidente acerca de la monstruosidad que una empresa privada llamada TITULATEC, quería formalizar contratos leoninos. CORDE había vendido por apenas 72 millones de pesos. La prensa se hizo eco, realizaron tres canales una alianza estratégica, desde las 6 de la mañana hasta las 9a.m. El Presidente emitiría un Decreto disolviendo aquello. Una Comisión integrada por el Consultor Jurídico, Flavio Darío Espinal, Lidio Cadet, Director de Ética e Integridad Gubernamental y José Dantes, investigaron todo aquello.
La Comisión realizó su trabajo. El Presidente canceló el nombramiento de Leoncio Almanzar. El expediente todavía no se encuentra en la justicia. Incluso, CORDE sigue ahí, con un Presupuesto en el año 2017 y ya hay 25 millones contemplados para el año 2018, cuando los comisionados recomendaron la disolución de la misma.
Al caso de Los Tres Brazos, vendría el triste caso: CEA, fruto de la descomposición y putrefacción que hoy en lo que fuera el emporio azucarero más grande de América Latina, se viene dando desde hace mucho tiempo. Desde el CEA se vende un mismo terreno, 3, 4 y hasta 5 veces a distintas personas. Si eso es grave en sí mismo, más dantesco es que piden dinero formal y dinero informal. Cuando se producen las demandas, devuelven el dinero solo formal a aquellos que finalmente no son agraciados, no obstante, se quedan con el dinero de la segunda corrupción, en un mismo evento; muchas veces más alto en dinero de lo que dieron “legal”.
Es esto lo que produce los tres muertos del CEA: los locutores Luis Manuel Medina y Leo Martínez, fueron asesinados por José Rodríguez (Joselito). El Ex diputado, Sergio Cedeño, vaticinó que José Rodríguez sería asesinado para que no hablara. Oficialmente se dijo que se suicidó. Su cadáver no lo permitieron ver a sus familiares. El Presidente, de nuevo, creó una Comisión, que hizo de nuevo su trabajo. El Ejecutivo quitó al Director General del CEA: José Joaquín Domínguez Peña. 10 meses después (16 de Febrero del 2017), nada se ha hecho desde la Procuraduría General de la Republica a través del PEPCA.
El CEA, desde el 1961 ha sido la estela más burda y grosera de cómo se despedazan los bienes del Estado. De cómo hacer ricos a personas ligadas a la cercanía de los incumbentes del poder de turno. Actualmente, en el Congreso, se estudia la potencial venta de 1000 tareas de tierra, al Ex diputado y Ex gobernador de Boca Chica, Eladio Martínez, por solo RD$40 millones de pesos, esto es, a RD$15 pesos el metro, en una zona eminentemente con vocación turística.
Diandino Peña fue separado de su cargo de Director de la OPREP, luego que Alicia Ortega, hiciera un reportaje donde, entre otras cosas, demostraba como éste hacía una declaración patrimonial de bienes donde decía que su entrada eran los RD$150,000 que ganaba en la referida Oficina. La reconocida periodista, en una investigación con los Papeles de Panamá, demostraría como Diandino Peña tenía 19 empresas. El Presidente de la República, de nuevo, solo quitaría a la persona del cargo. En el mes de Noviembre, El Informe con Alicia, seguiría escarbando “en el mundo empresarial” del Zar del Metro. Encontraría que a hijo, yerno, ex esposa, amigos de la infancia y él mismo, se había otorgado contratos por más de RD$4,600 millones de pesos, violando de manera grosera la Ley de Compras 340-06, de la manera más tosca: sin licitación, grado a grado.
Nuria Piera, en su Investigación Periodística, traería un caso del 2010, pero que es ahora que estalla: El malecón de Nagua. Una obra que se licitaría por RD$499, 119,240 millones de pesos; pero, sufrió cuatro adendas por RD$1,600 millones de pesos. Se adjudicó la obra al Ingeniero Ozoria, socio del Ingeniero Félix Bautista, quien era a la sazón el Director de la OISOE. Sin embargo, 7 años después, el Municipio de Nagua sigue sin Malecón, a pesar de que se erogaron RD$499 millones de pesos. La obra simbólica, brilla olímpicamente, por su ausencia.
Lo de la OMSA llama a una parada, a una reflexión, de hacia dónde vamos, qué tipo de sociedad estamos creando. La OMSA es la puesta en escena de cómo funcionarios públicos, desde las posiciones, realizan el crimen organizado, transformándose en sicarios. Roban y asesinan de manera cruel, atroz. Ya para el 2013 salían en los diarios de circulación nacional, lo que sería la corrupción en la OMSA.
Participación Ciudadana en su libro: Corrupción sin Castigos, donde hay 94 casos, ejemplificaba, este diabólico caso de corrupción; tipificado con sangre, sin parangón. Tenía que morir un ser humano para que el Presidente, casi 5 años después, desvinculara de la OMSA al ingeniero Manuel Rivas, como Director de la referida institución.
Raúl Mondesí, quien fuera Alcalde de San Cristóbal y se le acusaba de malversación por RD$300 millones de pesos, fue finalmente condenado. El Ex Alcalde de San Francisco Félix Rodríguez Grullón, acusado de corrupción por RD$400 millones de pesos, fue enviado a juicio de fondo, pero su caso no termina. El Juez Víctor Mejía Lebrón, el 27 de Marzo del 2015, le había dado un no a lugar, el cual fue denegado por la Corte de Apelación de la Provincia de Santo Domingo. La otra semana, un Tribunal, lo condeno a 5 años de prisión y 5 millones de multa.
Alberto Holguín, Ex Director de INAPA, acusado de corrupción (estafa, falsificación, asociación de malhechores) por RD$190 millones de pesos; y, donde el PEPCA solicitaba 15 años de prisión, fue descargado el 18 de Agosto del 2017 por el Primer Tribunal colegiado del Distrito Nacional.
La cultura de la corrupción está tan enraizada en una buena parte de la sociedad y con mayor escalamiento en la clase política, que hemos desbordado la frontera. Es el caso del Ex Diplomático Francis Lorenzo, involucrado en una red de sobornos en la Organización de las Naciones Unidas, ONU. Aceptaría en el mes de Abril del año que finaliza, de haber recibido sobornos, en la construcción de un Centro de Conferencias en Macao, China, por miles de millones de dólares.
El 18 de Julio del 2016, Participación Ciudadana, en su último INFORME (Sexto) de Observación Electoral, decía “Corresponde ahora a la JCE rendir cuentas al país sobre el fracaso de esta enorme inversión realizada y reclamar las responsabilidades que sean pertinentes a la empresa contratada para suministrar los referidos equipos. Por igual la Cámara de Cuentas y el Ministerio Público deben iniciar investigaciones para determinar si las irregularidades cometidas comprometen la responsabilidad penal de cualquier persona” (Pág. 30).
Ahora, en el mes de Noviembre, la Junta Central Electoral da a conocer un Informe, elaborado en el mes de Marzo, donde el Equipo Técnico de la Gerencia Informática de esa Institución, practicó una auditoria a los equipos “que sirvieron” para la automatización de las elecciones; concluyendo, entre otras cosas, con un llamado para que los mismos no sean utilizados en las elecciones del 2020. 39.7 millones de dólares, el equivalente a RD$1,889.72 millones de pesos.
En Mayo del 2017, el Fondo Monetario Internacional, evacuó un documento titulado: La corrupción: Costo y estrategias de Mitigación. Señala que en el mundo se pierden por sobornos entre 1.5 a 2 billones de dólares, el equivalente de un 2% del PIB mundial. Como para que no se dude de la dimensión de la corrupción en la sociedad dominicana, varios estudios salieron en este año que termina: Índice de Competitividad Global; Barómetro de la Corrupción de Transparencia Internacional; Gallup/Hoy; Mark Penn y Latinobarómetro.
En cada uno de esos estudios quedamos muy mal en materia de corrupción. Veamos: Barómetro de la corrupción, fuimos el segundo país, de todos los evaluados en sobornos, con una puntuación de 46. El primero fue México con 51. 20 países fueron evaluados en ese importante informe. En Latinobarómetro, fuimos líder en sobornos, de 18 países y en el clientelismo. El Foro Económico Global, a través de su Índice de Competitividad Global, nos evaluó, y este año 2017, obtuvimos 104/137 países. Descendimos 13 puntos con respecto al 2016, donde habíamos escalado 92/138. En el Pilar Institucional, obtuvimos 129, de 138, una desviación negativa de 25 puntos.
El Pilar Institucional mide 21 dimensiones, donde destacan: Justicia, con 130/137; 132, de 137, en el Comportamiento ético de las empresas; en Favoritismo en las decisiones de los funcionarios: 133, de 137; Desvío de Los Fondos Públicos: 134/137. Gallup/Hoy, registraría que hoy la gente percibe que hay más corrupción: 83%. De igual manera nos colocaría la Encuesta de SIN Mark Penn.
Todavía aguardamos el cumplimiento de las leyes que tienen que ver con el control, fiscalización, para evitar tanta opacidad, tales como: La Ley 311-14, de Declaración Patrimonial de Bienes; la Ley Orgánica de Administración Pública, 247-12; la ley 105-13 de Salarios; la Ley 41-08 de Función Pública, donde en el 2012 habían 62,000 empleados de carreras evaluados. Son 160,000 con vocación de carreras, sin embargo, 7 años después, no se ha hecho nada al respecto. Así mismo pasa con las carreras especiales, como la Carrera Diplomática y Consular, la Carrera del sector Salud, la Carrera de Educación.
En fin, este año se registrará en la historia dominicana como el de mayores escándalos de corrupción, con una bastedad extraordinaria y una nueva dimensión que espanta: la corrupción con asesinatos y sicariatos. El 2017: Año tétrico en materia de corrupción, cuando todavía el Estado Dominicano no resuelve los casos de los Tucanos, Darío Contreras, OISOE, Aduanas, ODEBRECHT.
¡El gran aliciente, verdaderamente esperanzador, es que los dominicanos despiertan, salen de la inercia, de un letargo prolongado y a golpe de tanto robarles, comienzan a poner la corrupción, como el segundo problema de la sociedad dominicana, después de la DELINCUENCIA! Estamos como decía Don Juan Bosch, nunca es más oscura la noche que cuando va a amanecer. Estamos en la órbita de la esperanza, donde todo un pueblo noble se agiganta, para entender que la corrupción es el lastre de su destino desafortunado. La esperanza solo se logra cuando la gente comienza a despertar y realmente, el año ha sido de un parto muy doloroso, empero, de un renacer. Solo atinemos a asumir a Mahatma Gandhi, cuando nos motivaba a seguir diciendo "La diferencia entre lo que hacemos y somos capaces de hacer resolvería la mayoría de los problemas del mundo". ¡Al final, un año que hace honor a la naturaleza: el olvido y el despertar, y en consecuencia, la esperanza!