Traducción de Iván Pérez Carrión.
Por Ezequiel Minaya. The Wall Street Journal.
KINGSTON, Jamaica.- Algunos países del Caribe y Centroamérica se prepara para los recortes en los envíos de petróleo a precio rebajado desde Venezuela, mientras Caracas lucha precios del crudo en descenso y una espiral de crisis económica.
Durante una década, los 13 beneficiarios de la generosidad de Venezuela han dependido profundamente del petróleo para financiar el gasto social y de infraestructura, recompensando a Caracas con el apoyo diplomático en la escena internacional, dijeron diplomáticos regionales en entrevistas.
A pesar de que Venezuela se compromete a continuar con el programa, las exportaciones de petróleo del país a estos países cayeron un 20 por ciento hasta octubre, en comparación con el mismo período del año pasado, dice ClipperData LLC, un rastreador de datos de Nueva York. Y el año pasado, las tasas de envío de exportaciones de petróleo de Venezuela disminuyeron en un 15por ciento de las de 2012, según el Fondo Monetario Internacional.
Varios países participantes en el programa Petrocaribe se están preparando para nuevos descensos, que según los diplomáticos, apuntan a hacer añicos los planes de gasto y arrojar a algunas economías en recesión.
“Si Jamaica sale de Petrocaribe, no sé cómo nos vamos a manejar”, dijo Barrett Verona-Brown, director de una escuela primaria en el área de Kingston, que lleva el nombre de la compañía petrolera nacional de Venezuela, Petróleos de Venezuela o PdVSA escrito en un muro. “Va a ser un día negro”.
En la pequeña isla de Granada, los fondos venezolanos petroleros con descuento cubren 40% de los programas sociales, desde los libros de texto y comidas gratis para los niños hasta el pago de caminos y autobuses. Haití puso a un aeropuerto el nombre del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien fundó Petrocaribe en 2005, y utiliza el dinero del petróleo para los programas de distribución de alimentos y subsidios mensuales para los pobres. La República Dominicana ha utilizado el programa para tapar un agujero fiscal.
Y aquí, en la capital de Jamaica, los proyectos financiados con el petróleo venezolano han proporcionado ayuda a los pequeños agricultores y pequeñas empresas para reformar un zoológico y reemplazar las letrinas en las escuelas por inodoros.
Pero ahora, el FMI advierte a los gobiernos regionales “que la probabilidad de interrupción es más probable de lo que era, porque Venezuela está bajo mayor presión”, dijo Adrienne Cheasty, subdirector de la unidad para el Hemisferio Occidental del FMI.
Los precios del petróleo venezolano cayeron en cerca de un tercio desde el verano a US$61 por barril el miércoles, lo que Deutsche Bank dice es la mitad de lo que se necesita para cubrir el presupuesto del gobierno central de ese país. En medio de una inflación creciente y de las preocupaciones de Wall Street por un default (cesación de pagos), el presidente Nicolás Maduro anunció en un discurso televisado el 3 de diciembre que iba a recortar un 20 por ciento del gasto.
Las autoridades venezolanas no han hecho ninguna mención pública sobre los recortes a otros programas de ayuda petrolera, tales como la disposición de Petrocaribe de enviar 99,000 barriles diarios a Cuba a cambio de médicos que trabajan en los barrios pobres de Venezuela. El canciller venezolano, Rafael Ramírez reiteró recientemente el “fuerte compromiso [del Gobierno] para continuar con la iniciativa Petrocaribe, bajo cualquier circunstancia”.
Sin embargo, se está produciendo un cambio silencioso.
Honduras y Guatemala están ahora inactivos en el programa, después que Caracas endureció los términos, dijeron diplomáticos.
Otros países que no forman parte de Petrocaribe, pero que reciben acuerdos petroleros preferenciales de Venezuela, también están viendo cómo caen los envíos de petróleo. Bolivia y Paraguay no recibieron ningún recorte en los embarques de petróleo el año pasado de Venezuela, mientras que la parte de Argentina se redujo a la mitad, según estadísticas de PdVSA.
“Cada barril de petróleo que PdVSA envía a un país de Petrocaribe en condiciones preferenciales es un barril menos de los cuales Venezuela puede derivar inmediatamente un precio más alto basado en el mercado para apoyar su agobiada economía”, dijo Cory Gill, un asociado a la investigadora sobre energía Goldwyn Global Strategies, que co-escribió un informe sobre Petrocaribe para el centro de análisis Atlantic Council en Washington.
El FMI calcula que los países de Petrocaribe reciben de Venezuela cerca de 100,000 barriles diarios. El prestamista internacional dice que, como promedio, enfrentarán una afectación de 1.6 por ciento en la producción económica si Venezuela cierra el grifo del petróleo, con países altamente dependientes como Haití, que enfrenta las mayores dificultades.
Brian Wynter, gobernador del banco central de Jamaica, dijo que su gobierno está haciendo ajustes. “Estamos siendo muy cauteloso, aplicando proyecciones de lo que vamos a utilizar de Petrocaribe, que son muy inferiores a lo que el servicio permite”, dijo.
Durante años, Petrocaribe fue mutuamente beneficioso. Los países participantes en el programa pagaban una fracción del precio inicial del mercado del petróleo, aplazando el costo total mediante préstamos a largo plazo con un vencimiento de 25 años y tasas de interés tan bajas como del uno por ciento.
Algunos de estos gobiernos venden el petróleo a precio completo o simplemente asignan los ahorros ‒al no tener que comprar combustible a precios de mercado‒ a los programas [nacionales] y la infraestructura. Venezuela recibió pagos en arroz, pollo, frijoles, jeans y otros productos, que según Jorge Piñón, director del Programa de Energía Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas en Austin, se vendieron a precios artificialmente altos.
El programa le ha costado a Venezuela US$22 mil millones, mientras los países de Petrocaribe acumulan más de US$11 mil millones en deudas hasta el 2013, dijo Piñón, que fundamenta sus cálculos con los datos PDVSA.
A cambio, Venezuela consiguió aliados leales que votaron junto a Venezuela en las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos y en otros órganos regionales, dijeron diplomáticos y funcionarios de cuatro países.
En marzo, por ejemplo, los aliados de Venezuela, incluidos los países de Petrocaribe, impidieron que se difundiera públicamente un discurso de una prominente líder de la oposición venezolana en la OEA, dijeron los diplomáticos.
“Usted no le proporciona petróleo a todos estos países en términos tan dulces sin esperar su apoyo en la ONU y la OEA”, dijo un funcionario de alto rango de una nación caribeña. “Así es como funciona eso. No es más que ‘realpolitik’".
Pero los países del Caribe y Centroamérica, preocupados durante mucho tiempo por su alta dependencia de un solo cultivo o producto, como el azúcar, el banano o el tabaco, o industrias como el turismo, ahora están preocupados por su adicción al petróleo barato venezolano.
“Hay un acuerdo entre nosotros que no queremos ser demasiado dependiente de un recurso único”, dijo el embajador en Caracas de un país de Petrocaribe. “No queremos poner todos nuestros huevos en una sola canasta y quedarnos luego sin nada cuando la realidad golpea”.