SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La República Popular China es un país dinámico, en expansión, con un mercado de más de 1,300 millones de consumidores, un excedente en sus reservas de más de US$450 mil millones y el principal inversor del mundo. Todos estos elementos formaron parte del atractivo para que la República Dominicana decidiera formalizar sus relaciones con el gigante asiático y, en consecuencia, romper lazos con Taiwán, cuyo intercambio con este país no sobrepasaba los US$500 millones.
Sin embargo, para el economista Antonio Ciriaco, las oportunidades para el país dependerán del diseño de políticas oportunas desde el Gobierno dominicano, así como de la proacción del sector privado para aprovecharlas.
En voz de Ciriaco la principal amenaza de la República Dominicana no es de acceso a mercados, de hecho, ya cuenta con dos grandes: Estados Unidos y Europa, sino de ser incapaz de equilibrar la balanza comercial que actualmente es ‘‘muy deficitaria’’.
El intercambio comercial entre china y el país sobrepasa los US$1,650 millones. De esos, a las exportaciones dominicanas a penas les corresponden US$130 millones; mientras que desde la nación más poblada del planeta se importa unos US$1,500 millones hacia territorio nacional.
‘‘En estos momentos es una balanza comercial totalmente desfavorable y la relación con los chinos es de 10/1’’, aduce Ciriaco, quien es director de la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Se habla de que la oferta china para este país ha sido superior a los US$3,500 millones. ‘‘Ese rompimiento [con Taiwán] parece que no se ha dado de forma espontánea, sino que ha habido compromisos de los chinos de traer recursos para financiar infraestructura, presas, plantas eléctricas, construcción de un plan habitacional a bajo costo para más de 10 mil familias’’
Es un desequilibrio enorme que se puede prolongar, agrega. En efecto, pronostica que puede haber un incremento de las importaciones de todo tipo de productos chinos.
‘‘Eso puede afectar a sectores importantes de la manufactura local, como es el caso de los productores de plásticos, varillas, aluminio, acero. No hay que olvidar que los chinos son grandes productores de acero, que abarcan el 45 por ciento del total de la producción mundial’’, indica.
Lo que hizo el Gobierno dominicano fue formalizar unas relaciones que ya estaban. El experto en finanzas recuerda que China es el segundo socio comercial de la República Dominicana desde hace varios años, después de Estados Unidos.
Para que República Dominicana decidiera terminar los vínculos diplomáticos y de cooperación que mantenía con Taiwán desde hace 77 años, las promesas provenientes desde la nación que se disputa con Estados Unidos la primacía económica mundial tuvieron que ser atractivas.
Se habla de que la oferta china para este país ha sido superior a los US$3,500 millones. ‘‘Ese rompimiento [con Taiwán] parece que no se ha dado de forma espontánea, sino que ha habido compromisos de los chinos de traer recursos para financiar infraestructura, presas, plantas eléctricas, construcción de un plan habitacional a bajo costo para más de 10 mil familias’’, cita.
Recuerda que hace unos meses se anunció una inversión de más de 30 mil millones de dólares de China en Haití. ‘‘Eso también es un proceso que hay que tomar en consideración para apresurar la ruptura del país con Taiwán’’.
Ciriaco considera que la isla podría convertirse en un hub (centro logístico). Por su ubicación geográfica, la estrategia china puede encaminarse a utilizar el territorio como una plataforma para fines de exportación.