Moscú, 6 mar (EFE).- La sentencia del Tribunal de Arbitraje de Estocolmo, considerada por Moscú muy perjudicial para el gigante gasístico ruso Gazprom, confirma la necesidad de construir nuevos gasoductos hacia Europa que no atraviesen el territorio de Ucrania, declaró hoy el ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak.
"Esta decisión del tribunal confirma la necesidad de resolver lo más rápido posible el problema de los gasoductos alternativos, incluidos el North Stream 2 y el Turkish Stream", apuntó Nóvak en declaraciones a la televisión estatal rusa.
La sentencia del Arbitraje -que condena a Gazprom a abonar 2.560 millones de dólares a su homólogo ucraniano Naftogaz, además de suprimir la deuda de Kiev con el monopolio ruso- ordena de hecho "subsidiar la economía ucraniana a costa de Gazprom", denunció el ministro.
"Obviamente, esto ha hecho que los contratos en estas condiciones no sean rentables, y Gazprom ha tomado la decisión correcta al iniciar el procedimiento para extinguir esos acuerdos", agregó, en respaldo a la polémica decisión anunciada la semana pasada por la gasística rusa.
Aunque Gazprom quiere romper no sólo el contrato de suministro de gas a Ucrania, sino también el acuerdo para el tránsito del carburante a la UE a través de la red de gasoductos ucranianos, Nóvak garantizó que los clientes europeos no se quedarán sin energía.
"Durante largos años hemos sido y somos un suministrador de gas de garantías a Europa. Incluso en los momentos más difíciles garantizamos la demanda tanto en volumen como en plazos", afirmó el titular de Energía.
Gazprom, subrayó, "es la única compañía capacitada para incrementar los suministros de gas a Europa".
Tras conocer la sentencia del Arbitraje de Estocolmo, Rusia cortó el suministro de gas a Ucrania, dejando al país vecino con un déficit de hasta 20 millones de metros cúbicos en pleno temporal de nieve.
En la actualidad alrededor del 30 % del gas que se consume en la UE proviene de Rusia y la mitad se transporta por los gasoductos ucranianos, en virtud de un contrato entre ambos países que expira el próximo año.
No obstante, el Kremlin considera que Kiev no es un socio fiable, y quiere dirigir todo el tránsito a los gasoductos North Stream -que conecta con Alemania a través del mar Báltico- y Turkish Stream, que unirá a Rusia con Turquía por el fondo del mar Negro.
También defiende la construcción de otro gasoducto nuevo paralelo al North Stream, un proyecto rechazado de plano por la UE y Estados Unidos, pero que cuenta con el respaldo de Berlín, que aspira a construir en su territorio un centro regional de conexión y distribución de gas. EFE