SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En medio del deterioro del servicio eléctrico que vive en los últimos meses esta comunidad, acostumbrada por años a la ausencia de apagones y al dinamismo derivado del turismo, están los pobladores de Las Terrenas, que se sienten perjudicados por “intereses” empresariales y la falta de respuesta de las autoridades.

Tanto la Compañía Luz y Fuerza, como la Superintendencia de Electricidad (SIE) se atribuyen mutuamente la culpa de los continuos cortes de luz, que asoman sobre todo en los fines de semana “largos”, precisamente cuando la localidad recibe el mayor flujo de visitantes nacionales y extranjeros.

Desde su incorporación al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), en octubre del año pasado, la tarifa eléctrica ha bajado significativamente en este peculiar municipio de la provincia Samaná. Pero también la calidad del servicio, en perjuicio de la economía local.

“Aquí al parecer hay una lucha de intereses que está boicoteando la luz; eso es lo que piensa la gente”, afirma Robinson Espino, presidente de la Unión de Juntas de Vecinos de Las Terrenas, que ha servido de enlace entre las organizaciones sociales y la SIE.

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Al igual que otros lugareños entrevistados por Acento,  Espino reclama que las autoridades “den la cara” y expliquen con claridad lo que está ocurriendo. “La Superintendencia no ha dicho esta boca es mía, a pesar de que le hemos enviado varias comunicaciones. Le pedimos que den una explicación clara a la población, porque no sabemos a quién creerle.”, dijo Espino por vía telefónica.

“Cuando se hizo la interconexión comenzaron las fallas, pero la SIE dijo que en una semana boicotearon las líneas en 22 ocasiones… nos sentimos afectados por una lucha de intereses”.

El dirigente comunitario explica que el servicio energético ha permanecido estable en localidades aledañas como Sánchez y El Limón. “Solamente es aquí el problema, a veces hemos verificado que en el pueblo no hay luz, pero la subestación está funcionando normalmente”, afirma.

Robinson Espino, activista comunitario de la zona.

Una opinión parecida tiene el pastor Jesús Mota Carela, de la Confraternidad de Pastores Evangélicos de Las Terrenas. “Mucha gente piensa que es la compañía la culpable de estos apagones, para dar a entender a la población y a los turistas que la interconexión con el SENI no funciona”, asegura.

El religioso pide que la SIE “asuma su rol de mantener una supervisión constante, de garantizar que la empresa distribuidora pueda dar un servicio de mejor calidad”. Sostiene que ninguna de las partes enfrentadas “ha tenido la responsabilidad de decirle a la población lo que está ocurriendo”.

Las quejas por los cortes de electricidad también encuentran eco en la influyente colonia italiana que reside en Las Terrenas, que se estima representa hasta un 8% de la población local.

“Antes se pagaba por el derecho, el contrato para sacar un contador, ahora solamente un depósito; por lo menos algo se ha logrado, pero se ha deteriorado el servicio”, señala Salvatore Napoli, un conocido miembro de esta comunidad.

Reclamos tarifarios

Robinson Espino agrega que la Superintendencia de Electricidad ha cumplido “parcialmente” lo acordado con la comunidad en la parte de la tarifa eléctrica, cuyo costo oscilaba entes entre los RD$18.00 y RD$22.00 el kilovatio/hora (kWh).

“Quedamos de acuerdo en que se iban a establecer cuatro tarifas –en función del consumo de los usuarios-, pero hasta el momento solo tenemos dos”.

Se queja de que Luz y Fuerza “sigue cobrando un cargo extra de RD$223” en la facturación mensual, aún cuando la SIE se había comprometido a tomar cartas al respecto.

“También si duras hasta los días 30 sin pagar la factura te ponen un cargo de RD$330 por ‘gestión de servicio de corte’, sin siquiera haberte suspendido” el servicio.

Indica que en la Oficina de Protección al Consumidor de Electricidad (Protecom) fluyen numerosas quejas de usuarios que están inconformes con el monto de sus facturas.

“Todo eso se lo hemos notificado a la Superintendencia”, expresa el dirigente comunitario, quien hizo llegar a la redacción de Acento copia de una factura en la que se observan estos cargos.