SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En el 2013 se importó petróleo, productos derivados y gas natural por un valor de US$5 mil 984 millones (Cerca de RD$263 ,200 millones), equivalente al 43% de las importaciones totales y a más del 50% del déficit comercial de República Dominicana.

De acuerdo con William Malamud, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Americana de Comercio (AmchamRD), ese escenario “afecta directamente a la balanza de pagos, las condiciones de comercio y, en última instancia, a la competitividad” del país.

“Aún más preocupante es el hecho de que gran parte del petróleo se está financiando con deuda de Venezuela a través de Petrocaribe”, deuda que del 2005 al pasado año pasó de US$195 millones a US$3,735 millones, aumentando en un 1,820%, indicó.

En un artículo que publica la revista de la AmchamRD, Malamud se pregunta si es justo que el Gobierno “se aproveche de las condiciones muy generosas que ofrece Petrocaribe”, al recibir a precio de descuento un petróleo “que puede convertir en productos terminados en Refidomsa (Empresa estatal domínico-venezolana) y vender por dinero en efectivo”.

Señala que el financiamiento a largo plazo que ofrece el acuerdo “se convierte en una factura que se pasa” a las generaciones venideras. “Como regla general, los países deben evitar la financiación de consumo a corto plazo con deudas a largo plazo, (que) es inherentemente, desestabilizadora y no sostenible”, apunta el ejecutivo de la AmchamRD.

Inestabilidad de Venezuela

Advierte que la situación “extremadamente frágil y en grave riesgo de un gran colapso socioeconómica” que desde su óptica vive Venezuela implica riesgos para la economía dominicana, al depender “de la continua buena voluntad de un régimen inestable y en deterioro”.

Algo que también cuestiona es la vulnerabilidad del país ante el cambio climático. Explica que según proyecciones del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), la región se tornará “más caliente, los niveles de las precipitaciones más bajos”, y aumentarán la intensidad de las tormentas, enfermedades transmitidas por vectores (como el Dengue, Chinkunguya) y el nivel del mar.

“Esto tendrá un impacto directo en la disponibilidad de agua, la producción agrícola, el turismo y la salud humana. Así que es de mucho interés nacional dejar de depender del petróleo, que junto con el carbón son las fuentes principales de los gases de efecto invernadero que inducen el cambio climático” sostiene Malamud en la publicación bimensual.

Frente a esos riesgos, plantea el desarrollo de una estrategia energética a largo plazo, que incentive la adopción de tecnologías de energía renovable, e incluya incentivos y programas educativos para fomentar la eficiencia y el ahorro energético.

Asegura que  los avances tecnológicos han estado bajando el costo de la energía renovable de manera significativa, especialmente de la solar y la eólica, al tiempo que “la adopción de la medición neta y las redes inteligentes hace que estas tecnologías sean más accesibles y prácticas”.

“Esto va a disminuir nuestra dependencia de la financiación de la deuda, reducir el déficit comercial, mejorar nuestra balanza de pagos y, quizás lo más importante de todo, contribuir con la reducción de gases de efecto invernadero”, afirma Malamud en su artículo “El costo de la dependencia del petróleo”.

Durante el 2013, las importaciones de RD totalizaron la suma de US$17,844,953 (Valor FOB, en puerto), de la que US$8,290,867.94 fueron de bienes de consumo, según el reporte anual de la Oficina Nacional de Estadísticas (OCE).

En el mismo período, RD exportó bienes y servicios por un valor de US$9,651.1 millones, el 47% correspondiente a las exportaciones nacionales y el resto a las de zonas francas, de acuerdo con el Centro de Exportación e Inversión (CEI-RD).