SANTO DOMINGO, República Dominicanam(Tomado de Forbes México/Windler Soto).- El sector inmobiliario dominicano ha experimentado un notable crecimiento debido a factores que van desde una economía boyante y un clima favorable para atraer inversiones, hasta una demanda dinámica apoyada en el déficit habitacional y en el aumento paulatino de la clase media. Sin embargo, para los próximos meses esa tendencia podría cambiar, de acuerdo con especialistas del área.

Según el propietario y agente inmobiliario de Remax Metropolitana, Mélido Marte, la mayoría de las inversiones en proyectos de vivienda, turismo, comercio y oficinas se dirigen hacia una sobreoferta propiciada por el estallido preventivo de una creciente burbuja con claros signos especulativos.

Marte explicó que la acumulación del inventario se le atribuye a la modificación del Impuesto a la Propiedad Inmobiliaria (IPI), que se cobraba atendiendo al valor de cada inmueble, y que ahora toma en cuenta el conjunto de propiedades o patrimonio del contribuyente, lo que provoca un incremento de las propiedades disponibles en el mercado para la clase media y media alta.

“Se trata de una situación creada intencionalmente por las autoridades, quienes quieren evitar un estallido más pronunciado que arrastre consigo al sistema financiero”, indicó.

Sin embargo, se trata de un período de ralentización que, consideran los involucrados en el sector, será franqueado por la implementación de la Ley de Desarrollo del Mercado Hipotecario y Fideicomiso (189-11), junto con la disponibilidad de liquidez a través de la banca o los fondos de pensiones, a lo que se suman las expectativas positivas que generan las inversiones estatales en infraestructura turística en la capital y en el sureste del país.

Los efectos de la medida del sector público ya se empiezan a ver, pues se reduce la especulación. En términos generales, hay un proceso de baja de los precios tanto de la tierra como de la propiedad construida. Desde octubre de 2013, el precio de las casas y apartamentos del Gran Santo Domingo ha experimentado tasas de crecimiento negativo superiores a -2 por ciento, recogidas por el índice MM-REMAX. En febrero alcanzó el -5 por ciento y -4 por ciento en abril.

George A. Nader sostuvo que la demanda existe porque el déficit habitacional en el país está cuantificado, no obstante, resaltó que el problema reside en el poder adquisitivo

“Vamos a tener un mercado de compradores por varios años, a diferencia de los años entre 2005 y 2008. En ese momento, la economía estaba tan caliente que uno sacaba un proyecto estando aún en la mesa de diseño de un arquitecto y prácticamente se colocaba en planos”, dice Marte.

Oferta y demanda.

De acuerdo con la Asociación Dominicana de Productores de Cemento Portland (Adocem), la primera mitad del año pasado la construcción experimentó una caída de 4.3 por ciento, pero en los siguientes meses se recuperó hasta llegar a alcanzar un 8.6 por ciento para el cierre del año.

Mientras tanto, la oferta de viviendas sigue en crecimiento, con entre 6,000 y 7,000 nuevas unidades cada mes, según estimaciones de la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de la Vivienda (Acoprovi).

Fermín Acosta, presidente de la entidad, señaló que los promotores han interactuado en el mercado de forma intuitiva, construyendo proyectos que, de acuerdo con su precio, han tenido éxito en el pasado, pero no exactamente alineados con la demanda de la gente.

“Detectamos un ligero divorcio entre la oferta y la demanda; por eso en algunos niveles de precios podría verse un excedente de inventario y un gran déficit en otros niveles. Es por eso que algunos proyectos, sobre todo de viviendas de clase media alta, tienen inventario disponible, pero existe una alta demanda de otros productos más económicos, cuya oferta no es suficiente hasta el momento”, asegura Acosta.

De su lado, el empresario George A. Nader sostuvo que la demanda existe porque el déficit habitacional en el país está cuantificado, no obstante, resaltó que el problema reside en el poder adquisitivo.

“Ahora mismo, todo lo que cuesta menos de 300,000 dólares se está vendiendo”, expresó Nader, quien ve el panorama con optimismo, especialmente por la facilidad que ofrece la ley 189-11 para exención del pago de las viviendas económicas hasta un ocho por ciento, financiado con los recursos provenientes del ITBIS de los proyectos.