SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El mercado fronterizo dominico haitiano es el motor económico para más de 211,160 habitantes y miles de familias en todo el país, contrarrestando la falta de inversión pública en las provincias de Dajabón, Elías Piña, Jimaní y Pedernales.
Según el analisi de conyuntura preparado por el Centro Bonó, más de 31,738 hogares pobres viven del comercio fronterizo que se da entre República Dominicana y Haíti.
“Estas provincias, que están sufriendo una falta de protección por parte del Gobierno de República Dominicana, ven salvada su situación gracias a los mercados fronterizos binacionales y en general a través del comercio con Haití”, manifestó el Centro Bonó a través de sus estudio.
Destacó que las relaciones de intercambio comercial en los mercados binacionales y fronterizos con Haití son un factor que de manera significativa permite la reducción del nivel de desempleo en los municipios y provincias fronterizas dominicanas y en las comunas fronterizas haitianas. Según Sócrates Méndez, Coordinador de los Comerciantes de la Provincia Independencia, “las relaciones comerciales binacionales son las que están dando sentido al mercado laboral local”.
Señaló que el clima de inestabilidad y la desregulación de los principales puertos comerciales terrestres de República Dominicana en sus relaciones con Haití, se producen por no tener establecidas unas medidas tendentes a asegurar su buen funcionamiento.
“La falta de reglas claras, espacios de diálogo entre los gobiernos de ambos países, un estamento regulador en el orden jurídico, fiscal, en el sistema de transporte, en las relaciones de compraventa y en la logística de los mercados, son factores que se traducen en elementos que distorsionan la funcionalidad y desarrollo de los mismos”, agregó.
Asimismo, realzó como una de las conclusiones desprendidas del acto y en la que coincidieron todos los asistentes es la necesidad urgente de abrir un espacio de diálogo binacional que rompa la “veda” creada en el intercambio comercial, en el que se incorporen al mismo a los agentes comerciales y del transporte local que operan en la frontera y se busquen soluciones conjuntas a las diferentes problemáticas que afectan al buen funcionamiento de unos mercados que son de vital importancia para todo el país.