WASHINGTON, Estados Unidos. – El prolongado período con precios altos de las materias primas en un contexto internacional favorable, el entorno macroeconómico estable y las reformas para estimular el crecimiento permitieron una expansión de alrededor del 5% en el PIB per cápita de América Latina y el Caribe –medido en términos de poder de compra- en la última década.
Pero ahora, con el descenso en el precio de las principales materias primas de la región y una desaceleración en los países importadores y exportadores, los países latinoamericanos deberán recurrir con mayor frecuencia a reformas favorables al crecimiento, manteniendo un sólido marco macrofiscal.
Según lo plantea el Banco Mundial en su informe “Más allá de las materias primas: el reto de crecimiento en América Latina y el Caribe”, más que los factores externos, las reformas nacionales a favor del crecimiento pueden producir mejores resultados para hacer que ese avance sea sostenible y disminuir los niveles de pobreza en la región.
“Con el fin del auge de las materias primas, y en medio de condiciones globales menos favorables, la región está despertando a una nueva realidad de crecimiento ralentizado”, dijo Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Otras conclusiones del reporte destacan que la bonanza de la década del 2000 se debió “tanto a las reformas en favor del crecimiento llevadas a cabo por los países como por las condiciones mundiales favorables”.
Agrega que muchos países de la región tomaron “la difícil decisión de llevar a cabo reformas en los sectores financiero, educativo y de infraestructura” para impulsar el crecimiento durante ese período, obteniendo resultados sólidos.
Además, la mayoría de los países impulsó políticas tendientes a controlar la inflación y la volatilidad cambiaria de la década de 1990, ayudando a estabilizar sus economías y generando un ambiente en donde los demás motores de crecimiento pudiesen entrar en juego.
RD, entre las nuevas estrellas del crecimiento
Señala el BM que en la región han surgido “nuevas estrellas” del crecimiento, entre las que menciona a Panamá, Perú, Colombia y la República Dominicana, siendo Panamá el campeón del crecimiento regional, con una expansión promedio anual per cápita del 5,1% entre 2001 y 2012; seguido del Perú con un 4,6%.
Asimismo, Colombia y la República Dominicana también surgieron como economías “de rápido crecimiento”. Mientras que los productores de materias primas se beneficiaron de un mayor volumen de exportaciones, otros países relativamente pobres en recursos como Costa Rica también registraron un fuerte desempeño durante este período.
Indica que países como Argentina, la República Dominicana, Ecuador y Venezuela podrían beneficiarse de la experiencia en control inflacionario de otros países, mientras que para otros -en particular países de Centroamérica y el Caribe- será crucial llevar a cabo reformas a largo plazo y a favor del crecimiento.
Este ejercicio también muestra que los países con menor ingreso per cápita, como Nicaragua, Paraguay y Honduras, serían los más beneficiados en caso de cerrar la brecha en infraestructura.