Cientos de personas se manifestaron hoy en el centro de Londres para pedir la dimisión del primer ministro británico, David Cameron, a raíz de la controversia por el caso de los "papeles de Panamá" y que ha salpicado al jefe del Gobierno.
Con pancartas y sombreros de Panamá, cientos de manifestantes se congregaron ante la residencia oficial del 10 de Downing Street para exigir la renuncia de político conservador después de que éste admitiese que se benefició de una inversión en un paraíso fiscal.
"Cameron se tiene que marchar", "No te creemos más. Dimite Cameron" o "Lo que pasa en Panamá no se queda en Panamá" fueron algunos de los carteles que portaron los asistentes a la protesta mientras proferían gritos de "fuera, fuera Cameron".
Uno de los manifestantes desplegó hoy un cerdo de cartón, pintado de rosa y con una foto de Cameron pegada en la nariz del muñeco, que fue colocada ante Downing Street antes de que la protesta marchase hacia un hotel del cercano barrio de Covent Garden, donde el primer ministro pronunciaba un discurso ante seguidores conservadores.
Desde la calle los participantes gritaban "fuera, fuera Cameron" mientras numerosos agentes del orden mantenían un fuerte dispositivo de seguridad y tenían bloqueada la entrada al edificio.
En su discurso, Cameron reconoció haber cometido fallos en la forma de abordar las revelaciones contenidas en los papeles de Panamá, que han desvelado que políticos, ricos y famosos han hecho inversiones en paraísos fiscales para evitar el pago de impuestos.
La oposición laborista ha exigido al primer ministro que haga este mismo lunes una declaración parlamentaria para explicar en detalle sus intereses financieros en el caso.
El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, criticó hoy a Cameron por haber hecho una serie de declaraciones a la largo de la semana que han sido "de alguna forma confusas".
Para intentar disipar la polémica, el político "tory" anunció que hará pública su declaración de Hacienda, lo que obligará a otros destacados políticos del Gobierno y de la oposición a seguir los mismos pasos, según coinciden hoy los comentaristas británicos.
"Sé que hay lecciones que aprender (de esta polémica) y aprenderé. No culpéis al número 10 de Downing Street (su residencia oficial) o a asesores sin nombre, culpadme a mí", dijo Cameron.
"Estaba enfadado por lo que la gente estaba diciendo de mi padre. Lo quería y le echo de menos todos los días. Fue un padre maravilloso y estoy muy orgulloso por todo lo que hizo. Pero no debo dejar que eso ensombrezca la situación", agregó.
Cameron añadió que publicará su declaración de Hacienda de años pasados porque quiere ser "transparente" sobre esta situación.
"Seré el primer jefe de Gobierno, el primer líder de un gran partido político que lo hace y creo que es lo que hay que hacer", insistió el político conservador.
Después de negar durante unos días que no tenía intereses en paraísos fiscales, Cameron reconoció en una entrevista el jueves que tuvo acciones por valor de más de 30.000 libras (37.500 euros) en un fondo de inversión en Bahamas, pero que todas las transacciones estuvieron sujetas a los impuestos del Reino Unido.
Cameron, cuyo padre falleció en 2010, reconoció que fue titular junto con su esposa, Samantha, de 5.000 títulos de Blairmore Investment Trust, registrado en las Bahamas, entre 1997 y enero de 2010, cuatro meses antes de tomar posesión como primer ministro.
De acuerdo con la prensa, los documentos del bufete panameño Mossack Fonseca indican que Blairmore Holdings, que recibió su nombre de la finca familiar de los Cameron en Aberdeenshire (Escocia), manejó decenas de millones de libras en inversiones de familias adineradas. EFE