SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los mercados fronterizos ha convertido en el motor económico para más de 320 mil 767 habitantes de la frontera, y miles de familias en todo el país, destacan este viernes organizaciones de comerciantes y transportistas de las provincias fronterizas.
Durante una reunión sostenida en Cancillería, analizaron la falta de reglas claras y espacios de diálogo entre los gobiernos de ambos países, el incumplimiento de los marcos legales existentes, la no aplicación del carnet de habitante fronterizo y el poco apoyo a los pequeños y medianos comerciantes y transportistas locales que operan en los mercados fronterizos, son factores que se están traduciendo en elementos que distorsionan la funcionalidad y desarrollo de estos mercados.
Señalaron que esto sucede a pesar de que la Ley 216-11 de regulación de los mercados fronterizos insta a las autoridades a garantizar el buen funcionamiento de las actividades comerciales desarrolladas dentro de los mercados de los municipios fronterizos.
Además, la Ley procura asegurar un entorno de competitividad, eficiencia y libre mercado que permita activar el comercio y generar un gran número de empleos para los habitantes de estas comunidades.
Comentaron que los intercambios comerciales que se realizan en los mercados establecidos en los municipios de las provincias de la Republica Dominicana que hacen frontera con la República de Haití revisten gran importancia para el desarrollo social y económico de los pueblos fronterizos.
‘‘Estas ferias sirven para contrarrestar la falta de inversión pública en las provincias de Montecristi, Dajabón, Elías Piña, Jimaní y Pedernales y son un factor que de manera significativa permite la reducción del nivel de desempleo en los municipios y provincias fronterizas dominicanas y en las comunas fronterizas haitianas’’, expresaron en una nota de prensa.
El bloque de asociaciones del comercio y transporte y los demás participantes en el encuentro concluyeron que es urgente abrir un espacio de diálogo binacional que rompa la “veda” creada en el intercambio comercial, que se incorporen al mismo los agentes comerciales y del transporte local que operan en la frontera para que se puedan realizar propuestas y planes a ser implementados en las zonas fronterizas y se busquen soluciones conjuntas a las diferentes problemáticas que afectan al buen funcionamiento de unos mercados que son de vital importancia para todo el país.