Washington, 12 ene (EFE).- El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos creció un 0,1 % en diciembre y dejó la inflación total de 2017 en el 2,1 %, informó hoy el Departamento de Trabajo.
En 2016, la inflación anual fue igualmente de 2,1 %, tras los bajos registros de 2015 (0,7 %) y 2014 (0,8 %).
La cifra de 2017 coincide con las previsiones de los analistas, y sitúa la inflación en torno a la meta anual del 2 % marcada por la Reserva Federal (Fed).
Los principales incrementos de precios en diciembre correspondieron a los sectores de la vivienda, que aumentó un 0,4 %, y el de comida.
Por su parte, la energía descendió debido a la caída del precio de la gasolina, que se redujo un 2,7 % en diciembre.
Sin tener en cuenta los precios de los alimentos y la energía, que son los más volátiles, la inflación subyacente aumentó en diciembre un 0,3 %, el mayor alza en 11 meses, y la interanual se situó en un 1,8 %.
Tras años por debajo de la meta de la Fed, la inflación parece repuntar en EEUU con lo que se allana el camino para que el banco central prosiga su senda de gradual de ajuste monetario, con tres aumentos de tipos de los interés previstos para este año, del nivel de entre el 1,25 % y el 1,5 % en que se encuentran actualmente.
Los economistas prevén que a ello contribuya el rápido ritmo de crecimiento en EEUU, que el tercer trimestre se expandió a una tasa anualizada del 3,2 %, así como el bajo nivel de desempleo, en mínimos desde el año 2000.
"El riesgo de sobrecalentamiento de la economía parece una cuestión extraña para centrarnos con la inflación baja, pero a mi me parece que es un riesgo real en los próximos años", subrayó William Dudley, presidente de la Fed de Nueva York, esta semana.
Los analistas apuntan a marzo como fecha probable para el próximo encarecimiento del precio del dinero en EEUU.
La persistente baja inflación había generado preocupación en el seno del banco central, especialmente con una tasa de desempleo cercana al pleno empleo, algo que contradice la teoría económica clásica.
En los últimos meses, la presidenta del banco central, Janet Yellen, ha asegurado que esta debilidad de los precios es de carácter "transitorio".
La primera reunión del año de la Fed está prevista para el 30 y 31 de enero, y será la última de Yellen al frente del organismo, a la espera de que sea confirmado por el Senado Jerome Powell, nombrado como su sucesor por el presidente estadounidense, Donald Trump.
"Los datos están en línea con una economía que está operando con pleno empleo", indicó Lewis Alexander, economista jefe de activos financieros de Nomura.
Al positivo dato se suma el alza en las ventas minoristas en diciembre, que aumentaron un 0,4 %, lo que sugiere un sostenido impulso de cara al inicio de 2018.
En EE.UU., casi el 70 % de la actividad económica viene marcada por el gasto de los consumidores, cuyo optimismo se ha reforzado, y algo que el mandatario estadounidense ha justificado por sus políticas de reducción de la regulación y rebaja de impuestos.
Además, este año será cuando entre en vigor la reforma fiscal lanzada por Trump, que incluye notables recortes de impuestos para empresas y, en menor medida, para trabajadores, lo que puede dar un empujón adicional a la economía estadounidense.
Los mercados financieros recibieron con buenos ojos la evolución de los precios. Wall Street abrió hoy con ganancias y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subía un 0,63 %. EFE