SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El objetivo de la formación técnico profesional debe ser mejorar el tejido productivo. La formación profesional fracasa si no garantiza empleabilidad.
Para Jorge Arévalo Turrillas, experto en capacitación técnica del País Vasco, economías emergentes como República Dominicana deben aprender que la escolarización debe desembocar en desarrollo humano sostenible.
Al exponer en la conferencia “Nuevas competencias y nuevos empleos. Desafíos de la formación técnico profesional”, actividad organizada por el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), Arévalo explicó que en su país los programas gubernamentales de preparación buscan efectividad. Citó, por ejemplo, que más del 80 % de los técnicos formados cuentan con trabajo, y esto se debe –según narró– a la cercanía entre los centros de formación y las empresas.
Arévalo Turrillas expuso que en el mundo se va a producir una gran división entre países, empresas y personas, como consecuencia de grandes brechas generadas por la formación, la innovación y la ambición.
“La Formación Profesional debe transformarse y abrirse a nuevos retos, basados en imaginar, diseñar, arriesgar y aplicar conocimientos, ante la necesidad de avanzar transformando hacia un desarrollo sostenible”.
Consideró imprescindible ver la escala, el alcance y la complejidad del mundo de hoy, para comprender su velocidad y amplitud y saber coexistir en la interconexión física, digital y biológica, que tiene que producirse.
“Todo esto va a cambiar nuestra relación con la vida, con el planeta y con el trabajo, por lo que debemos adaptarnos a esos desafíos y a los cambios tecnológicos que están redefiniendo lo que significa ser humano.
Oficios de futuro
“La sociedad del conocimiento necesita organizaciones adaptadas a su tiempo. Desde el punto de vista del trabajo y del empleo es necesario transformar la educación y la formación profesional”.
Consideró importante crear organizaciones inteligentes basadas en la cultura interna del aprendizaje, la transformación continua y el manejo de los nuevos retos, para impulsar la capacidad de aprender y de compartir el conocimiento.
Arévalo se refirió a los avances tecnológicos que exhibe el mundo, que incluye la expansión de la robótica y sus servicios, la inteligencia artificial o las neurociencias.
Mencionó áreas de trabajo que tendrán gran demanda en el futuro, entre ellos, chef de comida en impresión 3D; diseñadores de ropa impresión 3D; ingenieros en sistemas de circulación rápida y Gestores en desperdicios de datos.
Tridimensionalistas, programadores de realidad fusionada, diseñadores de personalidad digital y cosechadores de agua atmosférica, son otros oficios de futuro citados por Arévalo.
También, Educadores de plantas inteligentes, Agricultores urbanos, técnicos en desmantelamiento digital; manager de relaciones con avatares, especialistas de anonimato y minimizadores de críticas.