Davos (Suiza), 23 ene (EFE).- La deuda de China es la mayor amenaza para la economía mundial, según concluyó un debate celebrado hoy en el Foro de Davos, donde se ha comparado este dato con un rinoceronte que todo el mundo ve pero al que nadie se acerca.
Esta es la conclusión a la que han llegado directivos de algunas de las mayores entidades financieras del mundo (Citigroup, Barclays, The Carlyle Group, M&G Inversiones), el vicepresidente de supervisor bursátil chino y el profesor de Harvard Kenneth Rogoff.
El estadounidense ha sido el primero en advertir sobre el elevado endeudamiento de China, que podría ser el preludio de otra crisis financiera cuando "todavía colea" la última.
Además, los bancos centrales "no tienen siquiera un plan A" para hacer frente a un nuevo desplome de los mercados, argumentó Rogoff mientras asentía Anne Richards, directora general de M&G Inversiones.
El vicepresidente del supervisor bursátil chino, Fang Xinghai, admitió que la deuda de su país es tan grande como un rinoceronte que todo el mundo tiene delante pero al que nadie quiere ver.
No obstante, señaló que el endeudamiento del gigante asiático se ha estabilizado, por lo que descartó que en el país vaya a producirse algún tipo de "burbuja financiera".
Tampoco se mostró excesivamente preocupado el consejero delegado de Barclays, Jes Staley, quien señaló que los bancos están ahora en una posición completamente diferente a la de 2008, aún cuando admitió que las deudas, no sólo la de China, son muy altas y "van a poner a prueba los mercados".
Para el consejero delegado de Citigoup, Michael Corbat, los bancos están efectivamente mejor que hace diez años, cuando "lo querían todo" y ahora apuestan por consolidar su modelo de negocio.
David Rubenstein, cofundador y consejero delegado de The Carlyle Group, quiso alertar sobre el exceso de complacencia ya que "cuando todo el mundo está tan tranquilo es el momento de preocuparse".
Aunque descartó una nueva recesión, sí advirtió sobre un fenómeno que denominó los "cisnes negros"; esto es, acontecimientos imposibles de prever como conflictos territoriales o epidemias globales.
Es más difícil anticipar cuándo llegará una crisis que hacerse rico con ella -añadió Rubinstein-, ante lo que Xinghai apuntó que "quien crea que va a hacer dinero si hay una crisis en China se equivoca".
En China -explicó-, cualquier "burbuja" afectaría a toda la economía del país y, por lo tanto, al resto del mundo. EFE