La gubernamental Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) de Venezuela exigió a la telefónica móvil Digitel, del magnate venezolano Gustavo Cisneros, anular el alza de tarifas que decidió este sábado unilateralmente.
"Conatel exige a la Corporación Digitel detener la aplicación de dicho ajuste hasta tanto esta Comisión no haya culminado (…). El análisis técnico correspondiente y pueda discutir con la operadora los detalles de su aplicación", dice una comunicación oficial enviada a Oswaldo Cisneros, uno de los hijos del magnate.
La compañía Movistar, de la empresa Telefónica de España, lidera el mercado venezolano de la telefonía móvil con el 41,6 por ciento de los usuarios, seguida de la estatal Movilnet con el 40,8 por ciento y la privada Digitel con el 17,6 por ciento, según cifras de Conatel.
El director del ente estatal, William Castillo, destaca en su texto a Cisneros que "el aumento significativo" de sus tarifas "rompe unilateralmente un esquema de trabajo mantenido por años" por Conatel y que ha permitido "un equilibrio entre las necesidades económicas" de las empresas "y los derechos de los suscriptores".
Estos últimos, advierte, han sido instruidos "a fin de que no reconozcan cargos ni aumentos que no hayan sido fruto de una decisión compartida y razonable desde el punto de vista técnico, económico y social".
Todo el Grupo Cisneros, con intereses en medios de comunicación, turismo, construcción y en el segmento inmobiliario en varios países, está dirigido desde el 21 de agosto de 2013 por Adriana Cisneros, también hija del fundador y presidente de la compañía.
Adriana Cisneros asumió entonces en sustitución de Steven Banden, quien junto a Gustavo y ella dirigen el conglomerado "a un nivel de grandes estrategias", indicó entonces un comunicado de la compañía.
El Grupo Cisneros incluye la propiedad en Venezuela del canal privado de televisión Venevisión que emite en señal abierta y sus diferentes emisoras generadoras de contenidos audiovisuales.