Luxemburgo (EFE).- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió de que este organismo revisará "un poco a la baja" la previsión de crecimiento económico para la eurozona que espera publicar en julio.
"Probablemente actualicemos y revisemos nuestra previsión de crecimiento modestamente, pero la revisaremos un poco a la baja. No esperamos una ralentización aguda, en parte por las políticas monetarias que van a seguir apoyando el crecimiento en el área del euro", explicó en una rueda de prensa durante la reunión de ministros de Economía de la eurozona que se celebra en Luxemburgo.
Lagarde señaló que el FMI percibe como riesgos para la economía las tensiones comerciales iniciadas con la decisión de Estados Unidos de aplicar aranceles a las importaciones europeas de acero y aluminio.
"El impacto directo de semejantes incrementos es mínimo, pero el impacto sobre la confianza y el riesgo en caso de una escalada es significativo", precisó.
Asimismo, hizo referencia a la falta de avances en la negociación sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea que "podría conducir finalmente a un 'brexit' abrupto", así como a la reacción de los mercados financieros si los países del euro revierten reformas ya aprobadas.
Por otro lado, la exministra francesa se mostró de acuerdo con la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de mantener bajos los tipos de interés.
Como recomendaciones para los diecinueve países que comparten la moneda única, citó la necesidad de reconstruir las reservas fiscales, en particular, en los Estados con un alto porcentaje de deuda pública sobre su PIB, y de seguir aplicando reformas estructurales en áreas como el mercado laboral.
"Hemos visto algunas, pero no demasiadas, y no en todas partes", comentó, convencida de que después de un año de crecimiento muy alto en 2017, "por encima del crecimiento potencial, se está ralentizando un poco el impulso".
Asimismo, habló de Alemania y Holanda como países con un elevado superávit que deberían aumentar su inversión pública en infraestructuras, innovación o educación, y llamó a preservar el comercio libre y abierto basado en las normas internacionales.
Sobre la banca, señaló que se han reducido los riesgos, pero que aún hay ciertas entidades "vulnerables a riesgos de crédito, mercado o liquidez" y agregó que para algunas es un "problema" la baja rentabilidad, pese al elevado crecimiento actual.
Además, constató que el nivel de créditos improductivos, aquellos que acumulan más de 90 días de impago o se consideran irrecuperables, todavía debe disminuir en algunos países.
En cuanto a la reforma de la eurozona, consideró que la Unión de Mercados de Capital aportaría "profundidad" a la eurozona y ofrecería un mejor acceso a la financiación de las pymes.
Igualmente, llamó a completar la Unión Bancaria y mostró su satisfacción porque en la propuesta francoalemana presentada este martes al Mecanismo Europeo de Estabilidad (el MEDE, fondo de rescate) se le dé el papel de "cortafuegos" para el mecanismo europeo de resolución bancaria.
"Pero no creemos que eso sea suficiente y opinamos que el seguro común de depósitos (bancarios) se debería considerar más pronto que tarde", dijo.
Por último, propuso un fondo al que cada país de la moneda única aporte cada año el 1,3 % de su PIB y que se pueda emplear para ayudar a países afectados por problemas económicos, siempre que hayan cumplido el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que exige situar el déficit público por debajo del 3 % y que la deuda pública no supere el 60 % del PIB. EFE