Nueva York, 15 mar (EFE).- El Gobierno de Donald Trump prepara un paquete de medidas para reducir el déficit comercial de Estados Unidos que incluye tarifas arancelarias para las importaciones de productos chinos por valor de al menos 30.000 millones de dólares anuales, informó hoy The Wall Street Journal (WSJ).
Según el diario, que cita a un funcionario de la Casa Blanca y personas conocedoras de las deliberaciones, las medidas debatidas en una reunión gubernamental la semana pasada y que se espera sean anunciadas dentro de las dos próximas pretenden reducir el déficit comercial del país, pero también presionar a Pekín.
La Administración Trump estima que el gigante asiático ha violado las leyes de propiedad intelectual de EE.UU. y forzado a sus compañías a transferir tecnología a las chinas, un daño que cifra en 30.000 millones de dólares anuales e intenta demostrar con una investigación a la que objeta China.
Con ese paquete de medidas, EE.UU. busca "presionar" a Pekín para que ponga fin al requerimiento de que las firmas estadounidenses transfieran su tecnología a las chinas, dice el WSJ, aunque una portavoz de la Casa Blanca negó al diario que se hayan tomado decisiones finales sobre la represalia.
Otras medidas del paquete, consideradas en la reunión por funcionarios de los departamentos de Comercio y Defensa, entre otros, revisten restricciones más fuertes a las inversiones chinas en EE.UU. y limitaciones en los visados para estudiantes, académicos y ejecutivos chinos.
Asimismo, la Administración baraja finalizar un programa para viajeros frecuentes que les permite obtener visados de hasta diez años en el país.
"El objetivo es limitar la transferencia de tecnología, pero esfuerzos de ese tipo están sujetos a despertar la dura oposición de las universidades estadounidenses, que cuentan con los ingresos de los estudiantes chinos", destaca el diario.
Por otra parte, Estados Unidos se plantea denunciar a China ante la Organización Mundial del Comercio por "diferentes violaciones de las normas comerciales", una acción vista como herramienta para reunir apoyos de otros países y formar un frente unido, apunta el diario. EFE