Washington, 10 oct (EFE/Alfonso Fernández).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) subrayó hoy la consolidación de la mejoría económica mundial con una subida de las previsiones de crecimiento a 3,6 % este año y 3,7 % el próximo, en ambos casos una décima, gracias tanto a los países avanzados (EE.UU., eurozona y Japón) como a los emergentes (China, Brasil y Rusia).
"El repunte cíclico global que comenzó a mediados de 2016 continúa ganando fuerza", subrayó Maurice Obstfeld, economista jefe del organismo, al presentar el informe de Perspectivas Económicas Mundiales en el arranque de la asamblea anual de este organismo y el Banco Mundial, que se celebra esta semana en Washington.
En 2016, el crecimiento global fue de 3,2 %, recordó Obstfeld.
Se trata de la primera vez que todas las economías del G20, que aglutina a las principales economías avanzadas y emergentes, crecen a la vez desde la aguda crisis de 2008-2010.
Esta consolidación de la recuperación global viene dada, en gran medida, por el repunte de la actividad en Europa y Japón, el buen ritmo de EE.UU. y la fortaleza de China.
Hay señales de incertidumbre por el Reino Unido y la indefinición sus reaciones con la Unión Europea
El organismo dirigido por Christine Lagarde aumentó las previsiones de crecimiento para la eurozona al 2,1 % este año y 1,9 % el próximo, en los dos casos dos décimas, gracias a una "aceleración de las exportaciones" y la "continuada fortaleza de la demanda interna, respalda por el estímulo monetario y reducidos riesgos e incertidumbre política".
Por su parte, para la principal economía mundial, EE.UU., se espera un crecimiento de 2,2 % para este año y 2,3 % para el próximo, una mejoría de una y dos décimas, respectivamente, frente a los cálculos de julio, impulsada por unas condiciones financieras muy favorables y "la fuerte confianza de consumidores y empresas".
Japón también refuerza sus proyecciones con un crecimiento estimado de 1,5 % este año y 0,7 % el próximo, dos y una décima mejor que en julio, gracias a "la mayor demanda global y una expansiva política fiscal".
Solo el Reino Unido encara un escenario de ralentización, con una previsión de crecimiento de 1,7 % en 2017 y 1,5 % en 2018, debido a una expansión menor de la esperada en el consumo privado como consecuencia de "la reducción del ingreso real de los hogares que supone la depreciación de la libra".
Otro factor negativo que apunta el FMI es la "gran incertidumbre acerca de la nueva relación con la Unión Europea (UE)", dentro del proceso de salida conocido como "brexit".
A la fortaleza de las economías avanzadas se suma el impulso aportado por el grueso de los países emergentes.
El FMI recalcó la "solidez" de China, para la que estimó un crecimiento de 6,8 % en 2017 y de 6,5 % para 2018, una décima de revisión al alza; y la de India, aunque rebajó algo sus previsiones a 6,7 % para este año y a 7,4 % el próximo, cinco y tres décimas menos, respectivamente.
Asimismo, valoró la revitalización de la actividad en Brasil, con una expansión prevista de 0,7 % este año y 1,5 % para el próximo, cuatro y dos décimas mejor de lo anticipado en julio; y la de Rusia, 1,8 % en 2017 y 1,6 % en 2018, también cuatro y dos décimas mejor que en julio.
Como es habitual, Obstfeld quiso aportar una nota de cautela, al asegurar que este crecimiento es "incompleto" y "puede no ser sostenible", al apuntar que "la inflación sigue por debajo de lo esperable con una débil alza de los salarios", la desigualdad de ingresos en los países avanzados y los riesgos de inestabilidad financiera ante el previsible inicio del ajuste monetario tras años de estímulo.
La asamblea anual conjunta del FMI y el Banco Mundial reúne en Washington esta semana a los ministros de Economía y banqueros centrales de los 189 países miembros del organismo, para comentar los principales desafíos económicos una vez dejada atrás la aguda crisis económica de 2008-2010. EFE