SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La comisión de seguimiento del Presupuesto Municipal Participativo del Distrito Municipal de La Victoria cuestionó el hecho de que no se les comunique la utilización de la asignación al cabildo de la localidad.
“Sabemos que el ayuntamiento de La Victoria percibe mensualmente $7, 500,000 como subsidio del gobierno. Al año corresponde a unos $ 90, 000,000; sin tener en cuenta los ingresos por libres arbitrios”, agregaron al tiempo que detallaron los procesos que han pasado.
Exigieron que se cumpla con lo previsto en la ley 176-07 y que se inicien la ejecución de las obras contempladas en el presupuesto participativo 2017.
Petición integra de la comisión:
Nace el día 25 de noviembre del año 2016, en el cabildo abierto, realizado en el salón multiusos del ayuntamiento, donde fuimos juramentados.
En dicha reunión en vez de discutir y aclarar el elenco de obras a ejecutarse en el 2017, el director municipal, José Ramón Hernández Concepción, se limitó a mencionar los proyectos que preveía realizar en su gestión.
Luego de una semana de nuestra juramentación como comisión de seguimiento ante el presupuesto participativo 2017, nos convocan de la oficina de juntas de vecinos del ayuntamiento; ese día se eligió una directiva conformada por los ocho representantes, cada uno por cada sección, y estructurada como se expuso al inicio de este escrito.
Una semana después nos reunimos los 8, para tratar de organizarnos y provocar un encuentro con el director municipal.
Logramos reunirnos con el señor José Ramón Hernández el 21 de diciembre 2016; en dicho encuentro solicitamos una copia del presupuesto municipal correspondiente al año 2017, así como la resolución del concejo de regidores, donde se aprueba el presupuesto participativo 2017; estos pedidos los hicimos sobre la base de que no nos habían nunca presentado el listado de obras a ejecutarse, y nosotros queríamos validar que fuesen realmente las obras elegidas por el pueblo de La Victoria.
El día 6 de enero les enviamos una comunicación al director municipal y al concejo de regidores, invitándoles a una de las primeras asambleas ordinarias para comunicar al Pueblo lo que estaba sucediendo con el Presupuesto participativo 2017. Solo un regidor participó, el señor Obdulio Contreras.
Sabemos que el ayuntamiento de La Victoria percibe mensualmente $7, 500,000 como subsidio del gobierno. Al año corresponde a unos $ 90, 000,000; sin tener en cuenta los ingresos por libres arbitrios.
Según el artículo 21 de la ley 176-07, en el inciso c, se dice que “al menos (puede ser hasta más) el 40%, es destinado para obras de infraestructura, adquisición, construcción y modificación de inmuebles…” El 40% de $90, 000,000 es equivalente a $36, 000,000. Al inicio de este proceso, en la reunión seccional, realizada el día 18 de noviembre, se nos informa que solo el 40% del 40% es para invertir en el presupuesto participativo municipal, lo que equivale a $14,400,000 (pero se nos dijo que se iban a invertir $14, 800,000).
En ningún lado la ley especifica que solo el 40% del 40%, es que se debe invertir en las obras del PPM, pero nosotros al ignorar los procedimientos y desconocer en aquel tiempo la ley 176-07, aceptamos satisfechos la inversión de $14, 800,000.
Según los datos recogidos por el censo del 2010, y en base al monto de $ 14,800,000 prometido para invertir en las obras del Presupuesto Participativo 2017 los recursos destinados a cada sección están subdivididos de la siguiente manera: La Victoria 27%, correspondiente a $ 3,937,386; Mal Nombre 17%, correspondiente a $ 2,479,095.04; La Ceiba 13% , correspondiente a $ 1,895,778.56; La Virgen y La Hacienda Estrella 12%, $ 1,749,949.44; Mata Mamón 8%, $ 1,166,632.36; Guanuma 7% $ 1,020,000; La Bomba 4%, $ 583,316.48.
A finales de enero del 2017, el director municipal nos hace entrega de un Presupuesto Municipal, explicándonos que era provisional, ya que tenían el tiempo encima, porque la Cámara de Cuentas les da un tiempo límite para hacer entrega de dicho documento. Esto no los explicó ya que en dicho documento, en la zona dedicada a la inversión del Presupuesto Participativo, aparecían obras que no reflejaban la decisión del pueblo.
Luego de varias reuniones con el director municipal, en las cuales se pretendían cambiar los acuerdos inicialmente establecidos, como el monto a invertir, que de $14, 800,000 pasaba a $10,000,000; por un presunto error de cálculo, ya que no habían tenido en consideración los gastos en inmuebles que habían apenas sostenido.
Las reuniones continuaron muy reñidas, hasta que el director municipal le buscó la “vuelta”, confirmando que se iban a invertir los $14,800,000 iniciales, porque contaba con un residuo para obras de infraestructura, de $3, 317,000 remanentes de la gestión anterior, los cuales dijo que se podían emplear solo para la construcción de aceras y contenes.
Nosotros estábamos satisfechos con dicho acuerdo, pensábamos que todo estaba ya resuelto. Organizamos a inicios de marzo 8 reuniones, una en cada sección donde el director municipal, José Ramón Hernández, se comprometía a cumplir con las obras elegidas por el pueblo, y además prometía soluciones a otras cuestiones.
A finales de marzo solicitamos de manera urgente el inicio de las obras, ya que el esfuerzo en lograr los acuerdos nos había tomado un gran intervalo de tiempo. El director municipal nos expone una serie de problemáticas que le impiden comenzar de manera urgente: la compra de un camión compactador, la compra de dos tractores para arar la tierra, entre otras inversiones que había prometido en su campaña al Pueblo.
Entre todo este proceso el Pueblo nunca dejó de cuestionarnos sobre el porqué no se daba inicio a las obras. Nosotros solicitamos imperantemente al director municipal que comenzase las obras a inicios de abril, pero nos insistió diciendo que no le sería posible ya que había realizado ulteriores inversiones.
Nuevamente le exigimos que iniciase a finales de abril, porque el Pueblo estaba comenzando a dudar de su palabra; sobre todo, sobre lo que él había prometido en las reuniones que sostuvimos en las ocho secciones. El director municipal nos promete que sin falta comenzaría las obras del Presupuesto Participativo a inicios de mayo, y no nos quedó otra opción que aplacar los ánimos del pueblo, asegurándoles que el director municipal sin falta iniciaría los trabajos a inicios de mayo.
A inicios de mayo nos presentamos al ayuntamiento, para exigir, una vez más, que el director municipal cumpliera con su palabra: “Denme tiempo hasta inicios de mayo; sin falta comenzamos a realizar las obras”. El funcionario edilicio nos recibió y nos dijo que en breve tiempo se comenzaría la construcción de las obras, para lo cual era necesario hacer previamente un proceso de licitación. Regresamos a mediados de mayo, y aún el proceso de licitación no se había realizado.
A finales de mayo realizamos una marcha en protesta para exigir el inicio de las obras. El día lunes, 5 de junio, a las 3:00 pm, el director municipal nos convocó con urgencia para tratar de buscar una salida a la problemática. A las 2:45 pm nos presentamos en la alcaldía.
A las 3:00 pm en punto nos acercamos donde su asistente para que nos concediera entrar a su oficina. Ella nos comunica que el director municipal acababa de salir por la puerta trasera, porque se le había presentado una emergencia en la Hacienda Estrella.
El día 23 de mayo 2017, entregamos una comunicación a la alcaldía, apoyándonos en la ley 200-04, solicitando nuevamente la rendición de cuentas concerniente a las obras de Presupuesto Municipal 2017, así como la resolución del concejo de regidores, donde se aprueba el Presupuesto Participativo 2017. Aún estamos esperando respuesta de la primera comunicación que entregamos el 21 de diciembre 2016.
Nuestro único propósito es defender los derechos del pueblo de La Victoria; exigir que se cumpla con lo previsto en la ley 176-07 y que se inicien la ejecución de las obras contempladas en el presupuesto participativo 2017. Seguiremos demandando y exigiendo que el director municipal José Ramón Hernández Concepción cumpla con el pueblo que lo eligió, que confió en él y en su palabra.