SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La playa de Boca Chica ha sido la atracción de los capitaleños durante la Semana Santa quienes acudieron con sus familiares para aprovechar los días de asueto, empero los vendedores de la zona se quejaron de que debido a las restricciones de las autoridades se redujeron sus ganancias.
¨La venta no sube debido a las restricciones con los militares, bajando hasta un 60 por ciento. Usted que invierte un millón 700 mil pesos en una yipeta, no la va a dejar a un kilómetro botada por ahí¨, dijo Manolo Rodríguez.
Manolo quien heredó el negocio de sus padres y quienes a su vez lo recibieron por sus progenitores, señaló que debido a que las autoridades impiden se coloque música, el parqueo cerca de la playa, las bebidas alcohólicas y el bañarse después de las 5 de la tarde, influye en que las personas que realmente gastan acudan a Boca Chica.
“El año entero no hay ninguna restricción, solamente en Semana Santa para llevar un control de que no se ahogue tanta gente”, añadió.
Reprochó que a diferencias de otras épocas del año se le ponga tanto empeño a las playas en las fechas de asueto como Semana Santa y otros feriados. “En Semana Santa a las 6 de la tarde tenemos todos los negocios cerrados, es una perdida para los comerciantes”.
¨El flujo de gente es mucho, pero poca venta porque el que viene es el capitaleño y lo hace con su espagueti. El espaguetero no gasta nada o gasta percuta minuta…por lo menos después de Semana Santa nos va mejor¨, expresó Manolo.
Manolo quien tiene 52 años de edad y más de 70 mesas en su negocio a orillas de la playa, que viven del arredramiento de estas. “Arrendamos una mesa con 4 sillas por 400 pesos”.
Empero, destacó “si tú consumes de 1200 pesos en adelante no paga nada por la mesa, ¿por qué donde te sirvo el pescado? Ahora si tú me consumes tres pescado pues ya tú no tienes que pagar mesa, porque me estoy ganando ciento y pico de pesos”.
Resaltó que un pescado puede ser vendido hasta a la mitad de su precio en otras épocas. Una libra de pescados a nosotros nos cuesta 150 y nosotros fritos con sus ingredientes lo vendemos a 400 pesos, ya en Semana Santa lo vendemos más baratos”.
Manolo fue secundado por Manuel Peña, quien destacó la caída de las ganancias en la semana mayo debido a además a la competencia de los que acuden a vender allí y las promociones de las compañías de bebidas.
“La venta se rebaja a casi la mitad del precio porque viene mucha gente de la capital a vender sándwich, comida y hacen competencia. Un pescado en una fritura oscila entre 300 y 350 pesos, de libra y algo; y en el restaurante de entre 500 y 600 pesos”, manifestó Peña.
Ambos resaltaron que la clase de pescado de mayor consumo es el conocido como Chillo, Mero, Corirubia y el colorao. “Ahora sí, el Colorao está a 150, y yo lo compraba a 55. Es mucha la diferencia; por eso un loro de libra y cuarta…limpio en una libra nosotros lo vendemos en 450 pesos”.
Empero, los comerciantes concluyeron que “el que viene a Bocha Chica y no se come un yaniqueque, se revolotea en la arena, y se tira un pescado…no ha venido a Boca Chica”.