SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El presidente de la Confederación Dominicana de la Pequeña y Medina Empresa (Codopyme), Issachart Burgos, consideró necesario se establezca una liberación en el mercado de los combustibles "para que sea más eficiente, competitivo y contribuya abaratar sus costos".
Coincidió con el planteamiento de representantes de varias entidades ligadas a la industria y el transporte, de que los precios de los hidrocarburos no se fijen semanalmente desde el Gobierno mediante la aplicación de una legislación, sino que la libre competencia, oferta y demanda dictamine los precios.
Burgos advirtió que ante la actual tendencia alcista en el precio del barril del petróleo se requiere que el mercado de los combustibles en el país sea despolitizado como han estado planteando representantes de otros sectores.
Además, dijo que quienes intervienen en el mercado de los carburantes, empresarios y transportistas de cargas y pasajeros tienen que estar conscientes que con la aplicación de la libre competencia sus márgenes de beneficios se reducen en beneficio del consumidor.
Lamentó que, aunque existen controles gubernamentales, muchos de los que intervienen en el transporte de cargas y pasajeros mantienen en jaque a empresas estableciendo altas tarifas, en detrimento de la población.
En el caso de los combustibles, Burgos alertó que por tratarse de un elemento fundamental en la generación eléctrica y que determina el costo de producción de las empresas, se precisa de la liberación que contribuya a lograrse mejores precios.
Resaltó que la liberación que plantea debe circunscribirse a la Ley de Hidrocarburos, en lo relativo a las variables de precios y de esta forma se garantice un mercado más transparente y competitivo.
Insistió en que el mercado de los combustibles debería ser sometido a la competencia en el que, por ejemplo, los que transportan el producto compitan entre ellos con precios y calidad, como lo que quienes suplen diversos productos alimenticios.
El principal dirigente de Codopyme corroboró la idea de que si se somete al sector a una competencia real habrá que competir sobre la base de precios y calidad.
Advierte, además que si las empresas no se tornan más competitivas mediante la eficiencia y en base análisis de costo, les resultaría insostenible mantenerse en el mercado.