En contraste con el trato que reciben inversionistas extranjeros, las empresas nacionales son “discriminadas” en la República Dominicana, tanto en términos del ambiente de negocios como de incentivos que animen su rentabilidad y expansión, afirmó el consultor privado Hugo Rivera.

Rivera, especialista en comercio exterior, sostuvo que hace falta un esquema de exenciones fiscales que fomente y contribuya a preservar las inversiones de capital doméstico. Indicó que esto ha incidido para que grandes empresas, algunas muy emblemáticas, hayan pasado a manos de grupos comerciales foráneos.

“Aquí ha sucedido que casi todas las industrias grandes se han vendido, y si seguimos ese camino vamos a quedarnos, si acaso, con dos o tres grupos comerciales”, de origen dominicano, expresó.

Citó los casos de compañías esencialmente del sector “alimentos y bebidas”, que aportan muchos empleos, entre ellas el Grupo Rojas, Helados Bon, la Cervecería Nacional Dominicana, Molinos Modernos, la Cartonera Hernández, así como las firmas licoreras Brugal y Barceló.

“Cada vez van quedando menos grupos. Entonces la inversión que viene es muy buena, pero tiene su momento, que es cuando se extraen esos beneficios” fuera del país.

Agregó que esa salida al exterior de divisas conlleva el riesgo de empujar al alza la tasa de cambio. “Eso te presiona la tasa; si fuera inversión dominicana el dinero por lo general se invierte aquí, en algún proyecto”, dijo el experto en negociaciones comerciales al periódico Acento.

“Si llega un empresario extranjero a comprar una empresa o a hacer una obra, le dan todo para atraer esa inversión, pero si es un dominicano que va a invertir, no tiene ningún tipo de incentivo"

Ante este escenario, Rivera plantea que el Centro de Exportación e Inversión (CEI-RD) debe desarrollar una labor “no solo de captación de inversión extranjera, sino de captar inversiones locales también, y darle protección a ese inversionista” nacional.

Abogó por un programa de inventivos que estimule y facilite a los dominicanos residentes en el exterior establecer sus iniciativas empresariales en el país, similar al que implementa el Gobierno de México con sus connacionales que viven en los Estados Unidos.

Trato desigual

“Yo entiendo que aquí hay una discriminación hacia el empresario dominicano. Si llega un empresario extranjero a comprar una empresa o a hacer una obra, le dan beneficios fiscales, le dan todo para atraer esa inversión; pero si es un dominicano que va a invertir, no tiene ningún tipo de incentivo… entonces tú estás discriminado al empresario dominicano, y favoreciendo las exportaciones”, adujo.

Explicó que en Centroamérica una empresa zona franca puede exportar sus productos a la República Dominicana “sin pagar ningún tipo” de arancel. “Pero una zona franca dominicana para vender en el mercado dominicano tiene que pagar un 100 % de aranceles”, aseguró.

Puso de ejemplo las concesiones para sus operaciones que se otorgan a multinacionales como la minera Barrick Gold. “Tienen exenciones de todo, pero al dominicano que va a instalar una planta, no recibe ningún tipo de exención, ni de trato, ni de beneficio”.

“Entonces yo creo que debemos tratar en ciertos aspectos al sector empresarial dominicano, o por lo menos igualarlos, crearle un ambiente de negocios, porque además este es un mercado desregulado, con una inseguridad tremenda”, apuntó.

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