SANTO DOMINGO, República Dominicana.-En el marco de su programa de inclusión financiera, la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP) y la Fundación María Batlle firmaron un convenio de cooperación para impulsar la educación de personas sordas en el país.
APAP financiará distintas iniciativas de la Fundación María Batlle, una organización pionera en el área de innovación y educación para personas sordas, como parte del programa APAP Todos.
Entre las acciones agendadas para el 2017 está la de enriquecer la enseñanza en lengua de señas, fortalecer las habilidades de comunicación y la inserción social de la población con discapacidades auditiva y del habla que, según datos de la encuesta ENHOGAR, sobrepasa las 180 mil personas en el país.
En el mundo existen aproximadamente 70 millones de personas con discapacidad auditiva, lo que implica que entre 300 millones y 500 millones de familiares interactúan cotidianamente con ellos. Sin embargo, solo 2% de esta población global tiene acceso a educación en lengua de señas.
La Fundación Maria Batlle cuenta con la colaboración de profesionales del Silk Road Project del reconocido violonchelista Yo YoMa, Woods HoleOceanographicInstitute, NOAA, Tesla, y las universidades de Harvard, Yale, NYU y Columbia.
El convenio, firmado por Gustavo Ariza, vicepresidente ejecutivo de APAP, y María Batlle, presidenta de la fundación, permitirá fortalecer iniciativas como The Muse Seek Project, el primer laboratorio de música y tecnología en escuelas para personas sordas que explora los beneficios de la música en la educación.
Con la participación de estudiantes y docentes de la Escuela Nacional de Sordos y el Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa, este proyecto se propone revolucionar la educación para personas sordas en el país a través de la innovación.
La lengua de señas es considerada completa e independiente por la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas Discapacitadas de las Naciones Unidas desde el año 2006.
En el mundo existen aproximadamente 70 millones de personas con discapacidad auditiva, lo que implica que entre 300 millones y 500 millones de familiares interactúan cotidianamente con ellos. Sin embargo, solo 2% de esta población global tiene acceso a educación en lengua de señas.