SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El día martes, 20 de enero de 2015, el Gobierno de la República Dominicana dio a conocer la información de que se había hecho una colocación de Bonos Soberanos en el mercado global de capitales por un monto total de US$2,500 millones de dólares.
De acuerdo con la información servida, estos bonos se colocaron en dos tramos, uno de US$1,000 millones a un plazo de 10 años y a una tasa de 5.50% y otro de US$1,500 millones a 30 años y a una tasa de 6.85%. De acuerdo con los antecedentes de operaciones de esta naturaleza llevadas a cabo por la RD, ambas colocaciones se realizaron a las tasas de interés más bajas logradas en la historia de país para operaciones similares. Esto define la operación como una muy exitosa para el país.
Se recuerda que en el 2013 se colocó un bono a 10 años a una tasa de 5.87% y en el 2014 uno a 30 años a una tasa de 7.45%. Para este 2015 se esperaba que, dado el ambiente de recuperación que se observa en la economía mundial y los cambios que se estaban produciendo en la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, con expectativas de incremento en las tasas de interés, el ambiente sería menos favorable para la colocación de deuda soberana por parte de la RD.
Pero no obstante esa presunción, se pudo logar una transacción completa por un monto de US$2,500 millones a un plazo promedio de 22 años y una tasa de interés también promedio de 6.3%.
De acuerdo con lo que se dio a conocer, se recibió una demanda u oferta de compra superior a los US$6,000 millones de dólares, con órdenes de colocación provenientes de más de 200 bancos de inversión e instituciones calificadas de todas partes del mundo.
Es penoso que así sea, pero esas son cosas de la política partidaria. Dice un apreciado amigo que cuando se está en el poder se tiende a ver el vaso medio lleno y cuando se está en la oposición se tiende a verlo medio vacío
Todo el que ha tenido alguna experiencia en operaciones de esta naturaleza sabe que los inversionistas internacionales, las firmas calificadoras de riesgo y los organismos internaciones están muy al día en torno a las ejecutorias de la política económica de los países.
Esto es especialmente cierto cuando se trata de países que, como la RD, han hecho colocaciones anteriores de títulos de deuda pública en el mercado global de capitales.
En ese sentido, es de esperarse que la actitud que asuman los mercados frente a una nueva propuesta de colocación de títulos representativos de deuda soberana, refleje la confianza que manifiestan los inversionistas en el país de que se trate.
Si lo que perciben es que la economía no va por buen camino o que hay mucha incertidumbre, el riesgo aumenta y la respuesta es un endurecimiento de las condiciones financieras vía un aumento de la prima de riesgo. Pero si lo que perciben es que hay un buen manejo y que el riesgo es menor, mejoran las condiciones y la salida se hace menos traumática, y más beneficiosa debido a que aumenta el apetito de los inversionistas por los títulos del país.
En el caso de la RD estos bonos son títulos de deuda soberana (deuda pública) que emite el gobierno para ser colocados en los mercados nacionales e internacionales como parte del ejercicio presupuestario correspondiente al periodo fiscal del 2015.
Es decir, para cubrir lo que se conoce como déficit fiscal, que es el exceso de gasto en que se incurre durante un periodo determinado para la cobertura de los gastos públicos corrientes, los gastos de inversión y el servicio de la deuda publica correspondiente a periodos anteriores.
Como era de esperarse, luego de publicarse la noticia de esta exitosa colocación de títulos en los mercados internaciones, han salida a relucir algunas críticas provenientes de economistas y políticos de la oposición, quienes parece ser que tienen una opinión contraria a la de los organismos e inversionistas internacionales, dado que estos últimos, luego de conocerse el excelente desempeño de la económica dominicana en el 2014, han externado opiniones muy favorables en relación con el manejo conjunto y coherente tanto de la política fiscal como de la monetaria.
Es penoso que así sea, pero esas son cosas de la política partidaria. Dice un apreciado amigo que cuando se está en el poder se tiende a ver el vaso medio lleno y cuando se está en la oposición se tiende a verlo medio vacío. En este caso lo que deberíamos ver es que se trató de una operación exitosa que beneficia a país y en especial a las futuras generaciones.
Para el presente 2015 el gobierno presento al Congreso un proyecto de presupuesto que contemplaba ingresos por RD$455,433.5 millones, gastos por RD$529,316.1 millones y un déficit del Gobierno Central de RD$73,882.6 millones, equivalente a un 2.45% del PIB.
Conjuntamente con ese proyecto de presupuesto, el Poder Ejecutivo sometió a Congreso un proyecto de Ley de deuda pública para el 2015, mediante el cual se le solicitaba a ese organismo autorización para colocación de deuda pública, a través del Ministerio de Hacienda, por la suma de RD$110.888.7 millones de pesos. Esa suma es más o menos equivalente a los US$2,500.0 millones que se acaba de colocar en los mercados internacionales. Fue muy oportuno que se saliera en el mes de enero a hacer la operación y que se aprovechara las buenas condiciones logradas para hacerla completa.
Como en años anteriores, las autoridades tenían la opción de colocar una parte de esos títulos en el mercado internacional (RD$69,000 millones) y otra en el mercado local (RD$41,990 millones). Sin embargo, dadas las excelentes condiciones logradas por los experimentados técnicos del Ministerio de Hacienda encabezados por el Ministro de la Cartera, que tuvieron a su cargo esa importante responsabilidad, se aprovechó la oportunidad para hacer la colocación completa. Esto estaba previsto en el proyecto de ley de deuda pública aprobado por el Congreso, puesto que el mismo autorizaba la emisión de bonos también para manejo de pasivo.
Al adoptar esa decisión no solo se aprovechó las referidas mejores condiciones del mercado externo para este tipo de operaciones, sino que además se evitó presionar al mercado local haciéndole competencia a los demandantes privados locales de deuda, lo que pudo haber implicado un incremento en las tasas de interés y un desincentivo para las inversiones. Esto siempre debe ser debidamente ponderado en el marco de una política económica centrada en el interés nacional como la presente.
En el proyecto de presupuesto enviado al Congreso por el Presidente Danilo Medina se destacan los pilares que le sirven de base, los cuales son mantener a las personas como centro de atención de las políticas públicas; manejar con responsabilidad las finanzas públicas; apoyar a los sectores productivos; fortalecer los programas de seguridad ciudadana; continuar avanzando en el manejo transparente de las actividades del sector público, y dar seguimiento al fortalecimiento institucional, especialmente en lo relativo a la obligación de rendición de cuentas por parte de las entidades gubernamentales.
El Presidente hace notar en la comunicación que remitió al Congreso para tales fines que la meta prevista de reducción del déficit fiscal se planteaba en un contexto más adverso para las finanzas públicas, de fuerte constreñimiento, en que se esperaba un incremento en los intereses de la deuda para el presente 2015 de RD$16,956.7 millones de pesos con respecto al 2014, además de un incremento de RD$10,192.9 millones de pesos para la educación pre-universitaria, en consonancia con el cumplimiento del 4% del PIB que se destina a la educación. Esto representa RD$27,149.6 millones adiciones de gastos para el 2015 frente a una situación en la que los ingresos con respecto al PIB, además de insuficientes, se mantienen estancados.
Así las cosas, hay que reconocer que se trato de una operación estrictamente apegada tanto a las mejores prácticas como a los mejores intereses de la nación dominicana, en la que se refleja la buena opinión del mercado global de capitales en relación con el manejo de las finanzas públicas del país, no obstante estarse manejando el gobierno sin la tutela de un organismo supervisor como el Fondo Monetario Internacional.
Ahora bien, para que se han utilizado esos US$2,500.0 millones de dólares? De acuerdo con una información publicada en los medios de comunicación el pasado 30 de enero de 2015, con esos recursos se pudo culminar la transacción de manejo de pasivo más importante que haya realizado el país en toda su historia, representada por un pago de US$1,933.0 millones a la hermana República de Venezuela, suma con la cual se redimió por adelantado una deuda originada en el acuerdo de Petrocaribe de US$4,027.0 millones, con un descuento de un 52%. Es decir, a un precio de 48%. Este monto redimido equivale al 98% de la deuda total al cierre de diciembre de 2014 con Petrocaribe, que era de US$4,123.8 millones.
Con esa operación de manejo de pasivo, la deuda del Sector Público no Financiero se ha reducido en la suma de US$2.094 millones, equivalente a unos RD$90,000 millones de pesos o un 3.3% del PIB. Luego de la misma, la deuda del Sector Público no Financiero se estaría reduciendo a US$21,717.2 millones o a un 34% del PIB.
La suma no utilizada para redimir la deuda con Venezuela de los 2,500 millones de dólares de los bonos soberanos (US$563.5 millones) fue transferida a la cuenta República Dominicana en el Banco Central para ser utilizada posteriormente como parte del plan de financiamiento del presupuesto del 2015. Otra partida menor, de US$3.2 millones de dólares, fue utilizada para cubrir el costo de la emisión de los bonos soberanos, es decir, para pagar a los bancos de inversión y a las firmas calificadoras de riesgo que hicieron posible la transacción.
Es importante apuntar, finalmente, que siempre fue una preocupación del Presidente Medina desde que asumió la Presidencia, que se hiciera todo el esfuerzo posible para lograr una operación de manejo de pasivo que culminara en una reducción significativa de la deuda pública.
Es lo que explica el apoyo que recibieron las autoridades del Ministerio de Hacienda en todo momento para que pudieran llevar a cabo este exitoso proceso de negociación con Venezuela.