SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) expresó preocupación por indicadores de la economía, como la deuda, la evolución del salario, los precios, el manejo de las divisas y las exportaciones, en los que persisten grandes fallas.
El presidente de la AEIH, Antonio Taveras Guzmán, sostuvo que si bien el Producto Interno Bruto (PIB) evoluciona a una alta tasa con baja inflación, liderando el crecimiento de América Latina, la sociedad no debe distraerse para demandar cambios en aspectos fundamentales que no andan bien.
Detalló que, como por ciento de los ingresos corrientes, el servicio de la deuda representará en 2017 un 37.5 %, una fuerte carga para las finanzas públicas que resta capacidad al Gobierno para tomar medidas generadoras de bienestar para la sociedad.
Indicó que lo deseable es que la citada relación fuese de al menos 30% porque, de esa manera, se liberarían cerca de RD$ 40,000 millones anualmente para programas sociales o de inversiones en infraestructura. “Esto indica que el pacto fiscal no debe esperar más”, expresó.
Por otro lado, el dirigente empresarial manifestó que el salario promedio apenas subió en 0.48% entre 2015 y 2016, mientras que el índice de precios lo hizo en 1.70%, pero con tasas superiores en transporte (5.43 %); salud (3.90 %) y educación (5.13 %).
“Estamos ante una caída del poder adquisitivo aun en un escenario de baja inflación, por lo cual la gente de la calle no percibe el crecimiento de la economía”, dio el presidente de la AEIH.
En ese contexto, afirmó que la reforma laboral, partiendo de cambios profundos al Código de Trabajo, es un aspecto ineludible, especialmente si se toma en cuenta la alta tasa de informalidad que existe en la economía.
Taveras Guzmán llamó asimismo a la reflexión sobre el hecho que habiendo ascendido en US$ 24,300 millones la entrada de divisas al país, para un aumento de US$ 1,600 millones, permanece el racionamiento de venta de dólares en el sistema financiero.
“Esto es absolutamente anómalo, porque cuando demandamos préstamos en dólares la divisa aparece, pero si la queremos para pagar facturas o hacer compras en el exterior, los bancos la ofertan racionada. ¿Cuál es el negocio que están haciendo los agentes financieros?”, expuso.
Lamentó que las exportaciones sigan jugando “un triste papel” en la generación de divisas, que depende más de las remesas y el turismo. “Desde 2014 las exportaciones siguen ancladas en la misma cifra, poco más de US$9,000 millones”, refirió el empresario.
En ese sentido, insistió en la necesidad de poner en agenda la búsqueda de nuevos mercados con estrategias inteligentes fruto de un esfuerzo público-privado.
“Lo deseable es un crecimiento de mejor calidad, basado en una agenda de reformas estructurales en el orden económico, institucional y político”, sostuvo.