SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH) advirtió que la economía está entrando en una etapa de asfixia, causada por la carga de la deuda pública, que podría afectar en corto tempo los fundamentos de la estabilidad lograda en los últimos años.
El presidente de la entidad empresarial, Antonio Taveras Guzmán, afirmó que en el mediano plazo la estabilidad macroeconómica será inviable con el 42.5% de los ingresos recibidos por el Gobierno destinados al pago del servicio de la deuda.
Sostuvo que la situación resulta aun más complicada si se toma en cuenta el stock de la deuda del Banco Central, ascendente a RD$ 479,000 millones hasta 11 de octubre de este año y que solamente en pago de intereses demandó más de RD$ 62,000 millones en 2016.
El dirigente empresarial indicó que para 2018 se requerirá gestionar financiamientos por US$4,259 millones para cubrir la brecha del déficit, mucho más que en este año, que suman US$3,500 millones, lo que constituye, a su juicio, una bola de nieve.
Explicó que con ese panorama y ante los riesgos externos reales vinculados con probables incrementos en el costo del financiamiento –por variación de la tasa de interés- y aumento en los precios de los combustibles, la vulnerabilidad de la economía cobra más cuerpo.
“Por esta razón consideramos urgente llevar a cabo una revolución fiscal,que implique mejorar la calidad del gasto, suprimir duplicidades en las instituciones del gobierno, atacar las corrupción administrativa y reducir la informalidad para que más entes económicos sean contribuyentes”, planteó el presidente de la AEIH.
Asimismo, Taveras Guzmán insistió en la necesidad de cambiar el modelo de desarrollo productivo con el objetivo de fortalecer los sectores que producen bienes transables y convertir la economía en exportadora.
El presidente de la AEIH manifestó que si las autoridades no propician a tiempo los ajustes requeridos por la economía, los ciclos naturales lo harán por sí mismos, lo cual podría ser altamente riesgoso y difícil de controlar.
“No es sensato minimizar el gran problema que representan la pesada deuda pública, el déficit, la creciente informalidad en la economía y un gasto público que necesita mejorar sus parámetros de calidad y control. Estamos en emergencia y hay que actuar”, subrayó Taveras Guzmán.