SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Aunque República Dominicana presentó “grandes mejoras” en lo concerniente a la celebración de elecciones justas y libres desde 1994 hasta inicios de la década del 2000, el país caribeño continúa recibiendo una baja puntuación en materia electoral, según un informe divulgado este martes 26 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Centro de Gobernabilidad y Gerencia Social (CEGES) de Intec.
El documento sostiene que desde mediados de la década del 2010, se evidencian retrocesos en la calidad de las elecciones, uso arbitrario de publicidad estatal, autocensura y falta diversidad de opinión en los principales medios de comunicación, y niveles bajos de transparencia en la financiación privada de partidos políticos, así como deficiencias de calidad democrática en las prácticas partidistas, son citados en el informe como factores que perjudican el sistema electoral dominicano.
Conforme a la investigación, de los países de América Latina con mayor independencia, probidad y transparencia, República Dominicana se ubicó en el puesto 20 de 24, con 0.54 puntos.
A este le siguen Honduras (0.38), Haití (0.37), Nicaragua (0.28) y Venezuela (0.28).
El documento también señala que a pesar de que entre 2007 y 2017, República Dominicana muestra "una ligera tendencia al alza" en los indicadores del Banco Mundial sobre Efectividad del Gobierno y Calidad Regulatoria, avanzando moderadamente en la profesionalización de la Administración Pública, persiste la desconfianza ciudadana en todas las instituciones del Estado.
Derechos fundamentales
Sobre los derechos fundamentales y el Estado de Derecho, el documento indica que se registra una evolución positiva respecto a las violaciones más graves, como las muertes a manos de agentes policiales y la tasa de homicidios intencionales, que muestran un descenso sostenido desde 2012.
Empero, el país registró un estancamiento en cuanto a derechos de las mujeres, entre los que se destacan la garantía de sus derechos sexuales y reproductivos, así como el número de feminicidios, embarazo adolescente y calidad de la atención médica en el embarazo y el parto, así como una baja representación política de las mujeres.
Otro sector en el que se observó retrocesos fue el de la garantía de los derechos de las personas migrantes y sus descendientes, en particular a raíz de la sentencia 168-13 emitida por el Tribunal Constitucional, así como una discriminación sistemática contra estas poblaciones en el acceso a sus derechos laborales.
También, destaca el documento del PNUD e INTEC, es limitado el respeto de los derechos de las personas LGBTI, señalando la ausencia de la posibilidad de uniones entre personas del mismo sexo, adopción y obstáculos de acceso a la justicia a raíz de crímenes motivados por la identidad de género u orientación sexual de la víctima, entre otros.
Mal en calidad de vida
El sector salud, en relación a la calidad de vida de los dominicanos, es uno de los peores valorados en el informe.
La nación caribeña se sitúa entre las cinco últimas posiciones de la región en cuanto a mortalidad materna e infantil.
La desigualdad en el acceso a servicios de salud de calidad también ensombrece al país, a raíz del alto porcentaje de gasto de bolsillo en este renglón.
"Los hogares dominicanos tienen un muy bajo nivel de protección financiera para acceder a servicios de salud de calidad y el aseguramiento no funciona eficazmente".
Respecto a la educación, aunque el país mejoró en el acceso a la formación básica, la desigualdad en el acceso a una educación de calidad, en particular en la educación media y superior, se mantiene, según el documento.
El informe cita los resultados de la prueba PISA del 2015, en la que se determinó que el 70 % de los estudiantes de República Dominicana no alcanzan el nivel mínimo de competencias en lectoescritura, Matemáticas ni Ciencias.