SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El 2015 fue un período marcado por la estabilidad y el sostenido crecimiento de la economía dominicana, que sin duda apuntalaron con una amplia generosidad los bajos precios del petróleo.
Pero fue también el año de las vedas parciales que aún pesan sobre las exportaciones hacia Estados Unidos y Haití, los dos principales socios comerciales del país, al tiempo que se quedaron pendientes iniciativas como los pactos eléctrico y fiscal, entre otras cruciales reformas estructurales.
Tanto las proyecciones del Banco Central (BC) como de organismos multilaterales predicen para el cierre de año un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) similar o incluso por encima al 6.7% registrado en el período enero-septiembre, que impulsaron en gran medida la construcción, el comercio interno, entre otros renglones. En el 2014, el PIB creció en un 7.1%.
Excluyendo a las de los sectores minería y zonas francas, las exportaciones de RD tuvieron un crecimiento de 2,9%, pasando de US$971.84 millones a US$1,098.55 millones con relación a la primera mitad del 2014
De acuerdo con el BC, durante esos primeros nueve meses ingresó a la República Dominicana un Flujo de Inversión Extranjera (IDE) cuantificado en US$1,639.7 millones, destinado esencialmente a las actividades turísticas y de bienes raíces.
Un componente externo que jugó a favor de la economía -sobre todo de las finanzas públicas- fue la fuerte depreciación del crudo, que según cálculos del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) tendrá un impacto positivo de US$1,285 millones en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
Sin embargo, al mismo tiempo esto implica que el Estado ha dejado de percibir unos RD$7,400 millones con relación a lo presupuestado para este año por concepto de los impuestos selectivos al consumo de los combustibles.
Endeudamiento y reformas pendientes
Algo que se mantuvo presionando las finanzas estatales fue la continuidad del endeudamiento, a pesar de la compra, con un 52% de descuento, del 98% de la deuda contraída con Venezuela a través del acuerdo de Petrocaribe, ascendente al momento de esta operación en US$4,027 millones.
Al 30 de noviembre pasado, el saldo de la deuda pública del sector público no financiero (SPNF), o sea, sin incluir la que concierne al Banco Central, totaliza US$23,803.8 millones y representa el 36.2% del PIB, según las cifras oficiales. De ese monto, el 65% (US$15,676.5 millones) corresponde a acreedores externos.
A nivel sectorial, el turismo registró un crecimiento del 8,1% en los primeros nueve meses del 2015, medido por la recepción de 4,362,815 visitantes extranjeros. En tanto que las zonas francas aumentaron en 4,7% sus exportaciones, al facturar durante el año la suma de US$5,493.8 millones.
El que finaliza en pocos días significó un año más de retraso con miras a la firma del Pacto Nacional por la Reforma del Sector Eléctrico, que tanto el Gobierno como los empresarios consideran es indispensable para solucionar la crisis del sector energético y garantizar su sostenibilidad.
La concreción del Pacto Eléctrico, prevista en la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) para antes de enero del 2013, es además un paso necesario de cara al Pacto Fiscal, una iniciativa prioritaria que también se quedó fuera de agenda.
Otra reforma que no fue posible consensuar fue la modificación del Código de Trabajo, por la que propugnan con mayor insistencia el sector patronal, a fin de mejorar la competitividad de las empresas y actualizar la legislación laboral.
La mosca en el sancocho
Aunque hasta la redacción de este artículo no se publican las cifras finales, se sabe que en el primer semestre del año el valor de las exportaciones mineras disminuyó en 26%, por factores como el descenso en la cotización del oro y el cese de operaciones de algunas empresas.
Excluyendo a las de los sectores minería y zonas francas, las exportaciones de RD tuvieron un crecimiento de 2,9%, pasando de US$971.84 millones a US$1,098.55 millones con relación a la primera mitad del 2014.
Según el reporte más reciente del Centro de Exportación e Inversión (CEI-RD), en ese período las ventas con destino a otros mercados del sector agropecuario se incrementaron hasta en un 13%.
En el plano interno, los agricultores de una amplia variedad de rubros agrícolas y cárnicos debieron soportar los efectos del duradero e intenso período de sequía, que se tradujo en menores niveles de producción y rentabilidad en el campo.
Como resultado de la falta de agua en las plantaciones, este fue el año en que un plátano llegó a venderse hasta a 30 pesos en establecimientos de la capital .
Pero un hecho particularmente negativo sucedió el 18 de marzo, cuando el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) de Estados Unidos prohibió el ingreso a su territorio de 18 productos agrícolas dominicanos, tras haberse detectado en Punta Cana un brote de la plaga “Mosca del Mediterráneo”.
Los tomates y ajíes morrones de invernadero, el aguacate y las lechosas figuran en ese listado de productos, cuyo acceso al mercado estadounidense permanece vedado casi por completo y que según el Ministerio de Industria y Comercio representan ventas a esa nación por unos US$61 millones anuales.
A esto se sumó, en octubre, la veda parcial impuesta por Haití -el segundo mayor destino comercial de la RD-, a la importación por vía terrestre de 23 productos agroindustriales e industriales, que en el 2014 habían representado el 45% de las exportaciones al vecino país.