mar (EFE).- La localidad uruguaya de Jaureguiberry, en el departamento (provincia) de Canelones (sur), abrió las puertas de la primera escuela pública sustentable de América Latina, tras mes y medio de construcción a base de materiales reciclados, informaron fuente oficiales.

En un acto inaugural que contó con la presencia de distintas autoridades nacionales, profesores, alumnos y vecinos del lugar, el Consejo de Educación Inicial y Primaria (Ceip) recibió las llaves de parte los responsables del proyecto, denominado "Escuela Sustentable" y dirigido por Martín Espósito.

El diseño de la nueva edificación fue obra del arquitecto estadounidense Michael Reynolds, quien desde hace 45 años se dedica a la construcción de viviendas autosustentable.

Asimismo, en el marco de la inauguración, la escuela se adhirió a la marca país "Uruguay Natural", con la firma de un convenido con la ministra de Turismo, Liliam Kechichian; y el director ejecutivo del instituto de promoción de inversiones y exportaciones Uruguay XXI, Antonio Carámbula.

El diseño de la nueva edificación fue obra del arquitecto estadounidense Michael Reynolds, quien desde hace 45 años se dedica a la construcción de viviendas autosustentable

La construcción de este edificio, iniciada en febrero, implicó la utilización de 2.000 neumáticos, 5.000 botellas de vidrio, 2.000 metros cuadrados de cartón y 8.000 latas de aluminio.

La escuela recibe energía mediante paneles fotovoltaicos y molinos de viento y el modelo constructivo utilizado permite generar energía eléctrica, calefacción, agua corriente y alimentos orgánicos.

Este centro educativo, ubicado a unos 80 kilómetros de Montevideo, funcionará como escuela rural y recibirá a los primeros de los 100 alumnos que tiene capacidad de albergar a partir del 28 de marzo.

"La escuela promueve valores sustentables, intrínsecos también en la concepción de la marca país", explicó a Efe Carámbula, para quien el sello de Uruguay Natural "avala y reconoce los esfuerzos realizados por la sociedad civil de la zona, el grupo promotor de la iniciativa y las empresas e instituciones que aportaron".

El proyecto pudo concretarse con el apoyo de más de 200 empresas e instituciones del país suramericano y en su construcción, que duró siete semanas, participaron más de un centenar de voluntarios de 30 países. EFE