Estados Unidos, el Caribe y México se preparan para afrontar, a partir de este miércoles, una temporada de huracanes en el Atlántico que se prevé "cercana" a lo normal, aunque con un pronóstico superior al de los últimos tres años.

La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. (NOAA) precisó la semana pasada en un informe que se prevé la formación de entre 10 y 16 tormentas tropicales, de las cuales entre 4 y 8 llegarían a huracanes.

En una temporada considerada normal por la NOAA se forman una media de 12 tormentas tropicales, de las que 6 se convierten en huracanes y 3 de ellos alcanzan categorías superiores.

El organismo precisó que entre 1 y 4 de los huracanes previstos lo serán de categoría mayor en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, de un máximo de 5.

El pronóstico de esta temporada, que concluye el 30 de noviembre, es más "desafiante que la mayoría de otros, porque es difícil determinar si se reforzará o las influencias climáticas afectarán el desarrollo de las tormentas tropicales," señaló en el informe Gerry Bell, jefe meteorólogo del Centro de Predicción Climática de la NOAA.

En ese contexto, Bell avanzó que "una predicción de actividad ciclónica cerca de lo normal sugiere que podemos ver más huracanes de los que hemos visto en los últimos tres años", cuyo número "fue por debajo de lo normal".

Se refirió también a la "incertidumbre existente acerca de si la era de alta actividad" de huracanes en el Atlántico, que comenzó en 1995, ha terminado.

De "probarse un cambio" en el actual patrón de la actividad ciclónica en el Atlántico, un nuevo período de menor actividad podría haber comenzado, con una duración de 25 a 40 años, apuntó el científico.

Hasta el momento, se han producido dos tormentas tropicales, Alex, que se convirtió en huracán, el primero del Atlántico que se forma en un mes de enero en casi ochenta años, y Bonnie, cuyos remanentes continúan arrojando hoy fuertes precipitaciones en el sudeste de Estados Unidos. EFE