SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La máxima autoridad de la iglesia Católica de San Juan de la Maguana anunció que se opone al proyecto de explotación minera, alentado por el Gobierno dominicano, quien solo espera los resultados de los estudios de impacto ambiental para autorizar a una empresa de capital canadiense y suizo a explotar los recursos mineros de la zona.

La jerarquía Católica de esa provincia se atribuye la opinión de la ciudadanía sanjuanera. En efecto, afirman que su postura surge desde "el sentir de su gente".

El mismo día que el representante del Gobierno en Energía y Minas, Antonio Isa Conde, aclaró que "Si la comunidad de San Juan no quiere mina, entonces no debe haber mina”, porque "es política del Gobierno que cualquier proyecto de esa naturaleza goce de aceptación social para llevarse a cabo", también se publicó la expresión de un pueblo que, en palabras del obispado de esa provincia, está en desacuerdo con el proyecto Romero que podría afectar los acuíferos de la zona.

Esto sugiere que esa voz oficialista resuena en armonía con una población que dice "la explotación de la mina no supone el desarrollo humano ni económico de la provincia de San Juan de la Maguana''.

En un comunicado enviado por el obispo José Grullón Estrella y sus sacerdotes, explican que el pueblo sanjuanero solicita a la gestión de Danilo Medina prestar atención a actividades como la ganadería, agricultura, artesanía y el turismo ecológico que tanto compromiso necesitan en esa región.

El oro de San Juan son la agricultura y el ecoturismo

"Consideramos que el sentir de la mayoría de nuestro pueblo, de los adultos y los
jóvenes, de nuestras instituciones sociales y religiosas es que la provincia de San Juan debe cerrarse definitivamente a todo proceso de minería, donde quiera que sea dentro de su territorio y hace una opción por la explotación de su riqueza agrícola y turística. Son 14 las Concesiones de Exploración Concedidas en esta provincia de San Juan", expresaron.

Recordaron que esa provincia ha decrecido en más de 20,000 personas en 20 años y que las comunidades de la parte alta de San Juan, donde se encuentra la mina, tradicionalmente se sienten olvidadas por los habitantes de la cuenca baja, "y a los hijos de los que estudian fuera se le ha inculcado que aquí no hay futuro, provocándose un éxodo de capital intelectual, que nos empobrece como región", advierte la institución al Gobierno.

"Lancémonos a construir un plan de desarrollo agroindustrial y de reforestación. Démosle la mano a tantos agricultores que fruto del sistema tienen empeñados sus títulos de propiedad, y mermada su capacidad productiva. Podemos reorganizar el sistema productivo y de comercialización, confiemos en nosotros mismos, rompamos nuestra dependencia, pues “si queremos podemos”, propuso.

Subrayaron que San Juan es una provincia ecoturística y que, por tanto, las autoridades deberían activar el Consejo de Desarrollo Ecoturístico para desarrollar proyectos que incentiven al turismo sostenible. Por último, recomendaron apoyar el Plan Estratégico de Reforestación Sostenible de la zona norte de esa demarcación. Urge repoblar de verde una provincia que está deforestadas en aproximadamente un 80%.