El BID llegó a Santiago para quedarse. Vino de la mano de Flora Montealegre, representante de esta entidad en Dominicana, de Carlos Fondeur, Presidente del Consejo Estratégico, entidad que impulsa oficialmente el Plan Estratégico 2020, del laborioso Alcalde Gilberto Serulle y del Ministro de Planificación, Economía y Desarrollo, Temístocles Montás. Ellos tienen méritos de gobernabilidad por culminar en concertación, acciones que fortalecen la consabida capacidad local para saber hacia dónde tiene dirigirse el desarrollo y mediante qué métodos debe ordenarse la ciudad y su entorno metropolitano.

Para asegurar la sostenibilidad, la contención de los efectos del cambio climático, la gestión del riesgo y la mejora de la fiscalidad, los trabajos realizados son fundamentales. Es la primera vez que en Santiago, el BID impulsa una acción con este nivel de articulacion social, implantando un modelo efectuado en otras ciudades de América que puede ser replicado aquí. La propuesta aporta beneficios a la masa crítica de especialistas urbanos de Santiago y contribuye a enfocar acciones dirigidas a los más pobres y excluidos.  

Todo comenzó en las Mesas de Cooperación Internacional impulsadas por el PES 2020, y descritas en el Sistema de Proyectos del CDES. Tomó fuerza por el convenio firnado entre el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo y CDES. El Ministro Montás impulsó la Agenda Oficial de Santiago, acogiendo formalmente el PES 2020 y sobre todo, planteando la coherencia de esta herramienta con la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 (Ley 1-12) y el sistema de planificación (ley 498-06). Se reconoció a Santiago como poseedor de una genuina estrategia con carácter de política pública territorial.

Luego de la firma de este convenio, el BID entró en escena. Ellis Juan, Horacio Terraza, Alejandro Gómez, María I. Beltrán, Federico Scodelaro, Antonio Moneo, Raúl Novoa, María C. Ugarte, Javier Grau y Belinda Pérez, entre otros, se enfocaron en Santiago. Las entidades de consultoría que han levantado y analizado la información son las españolas IDOM y IH-Cantabria y en la temática de turismo y cultura, la consultora italiana SiTy.  El rol técnico de Maria Isabel Beltrán del BID-Washington, su capacidad de seguimiento técnico y visión asertiva, son clave para el éxito; asimismo la minuciosidad de Mirtha Saleta del CDES para cumplir objetivos de información y organizar actividades.

Todos contribuyen en la implantación de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles. Trabajan en conjunto al equipo del CDES, y sus entidades miembros como el Ayuntamiento, Gobernación, Fiscalía, FEDOMU, Fundación Vanessa, CORAASAN, Ministerio de Medio Ambiente, SOECI, Salud Pública y Educación, entre otros. Se revisaron 117 indicadores que miden decenas de problemas, desde la competitividad hasta la dinámica y el costo de no actuar en un problema urbano.

Los indicadores se evaluaron en una medición en 10 mesas de trabajo, formadas por más de 40 técnicos y contrastadas por técnicos del BID en Washington y RD. Se utilizó el método de los semáforos, que puntean en rojo el tema crítico, en amarillo los problemas en transición y en verde aquellos puntos que se tienen resueltos y se comparan con ciudades de América Latina. En una primera fase los grupos creados ponderaron sus respuestas y presentaron al grupo de especialistas del BID y al equipo técnico coordinador local del ICES, Ayuntamiento-CDES, la ponderación de los 117 semáforos de los indicadores.

Paralelemante se impulsó los temas incluidos en la categoría rojo o crítico en función de tres criterios filtros: i) opinión pública (la importancia de la problemática en la ciudadanía); ii) la vulnerabilidad al cambio climático y iii) el costo potencial del problema para la economía. Inmediatamente concluida la revisión de indicadores, se seleccionaron entre dos y cinco temas que lograron puntuaciones altas. Esto ha permitido elaborar el Plan de Acción (PA). El detalle analítico de Daniel Rubio, Urko Elosegi, Jorge Rojo, Sara Amez, Iñigo Aizpuru, Sara Levi, Sabrina Espeleta entre otros consultores internacionales ha sido decisivo para el logro de estar hoy donde estamos.

El Plan de Accion (PA) en Santiago es coherente con el PES 2020 como Agenda Oficial, pero todavía va mas allá, pues trabaja mejor la “metropolitanidad” de la ciudad y tiene como horizonte el año 2050 para la ejecución de proyectos. Se definen acciones, plazos y costos, así como las entidades y autoridades responsables. Las acciones se orientan al logro de las metas estratégicas en las que deberán participar con sentido protagónico, la cooperación internacional, las administraciones públicas y de su entorno metropolitano, la sociedad civil y el sector privado. El BID nos aporta un enfoque exitoso de sostenibilidad, y cuando eso pasa, entonces como dice Tony Puig, podemos apostar a más.