Madrid, 24 mar (EFE).- El llamado “Espadachín milagroso”, el esgrimista venezolano Luymar Hernández, vio truncada su carrera olímpica debido a un trágico accidente, pero ahora es el impulsor de Esgrima Sin Fronteras, una organización civil para "dar continuidad a los valores del olimpismo".
Cuando tenía 25 años, después de conquistar múltiples medallas en el continente americano y tras haberse clasificado para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, el fallo de una novedosa máscara de visor cortó la carrera deportiva de Hernández y lo mantuvo varios meses entre la vida y la muerte.
Ahora hace un llamamiento "a la esgrima mundial” para canalizar el trabajo de todo aquel que tenga ganas de blandir la espada, como lo explicó en el siguiente video de EFE:
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