Nueva York, Estados Unidos (EFE).- Nueva y grande sorpresa la que se vivió en la pista Louis Armstrong al ver como la danesa Caroline Wozniacki, segunda cabeza de serie, quedaba eliminada en el penúltimo partido de la cuarta jornada del Abierto de Estados Unidos, que cerró la rusa Maria Sharapova con gran triunfo.
Si Wozniacki no podía con la ucraniana Lesia Tsurenko, y por segundo año consecutivo caía en la segunda ronda del torneo de Grand Slam al que ha llegado dos veces a la final, Sharapova, vigésima segunda cabeza de serie, daba la versión ganadora y mantenía la esperanza de luchar por avanzar lejos en el torneo que ganó en el 2006 tras imponerse a la rumana Sorana Cirstea.
En apenas solo cuatro días de competición en Flushing Meadows, la noche del jueves se cobraba la eliminación de otra campeona de Grand Slam, Wozniacki, la reina del Abierto de Australia, que perdía con justicia por 6-4 y 6-2 ante la Tsurenko.
Antes, nada menos que en sesión inaugural, la número uno del mundo, la rumana Simona Halep, campeona de Roland Garros, número uno del mundo y primera cabeza de serie en Flushing Meadows, quedó eliminada.
Mientras que la noche del miércoles, el turno le tocaba a la española venezolana Garbine Muguruza, dos veces campeona de un Grand Slam, también decía "adios" al torneo de manera sorpresiva.
Tsurenko, de 29 años, anotó la mayor victoria de su carrera con la sorpresa, aunque también se anotó una gran sorpresa en Cincinnati hace dos semanas al eliminar a la campeona defensora, la propia Muguruza.
Bajo las luces de Nueva York, Tsurenko transformó una desventaja de 1-3 en conseguir ganar 11 de los siguientes 14 juegos, al aportar más energía y agresividad que Wozniacki, dos veces finalista del Abierto de Estados Unidos.
La consistencia, característica en el juego de Wozniacki, no estaba presente con la campeona del Abierto de Australia, y el audaz tenis de Tsurenko desde la línea de fondo la ayudó a ganar la mayoría de los tantos decisivos, que fallaba su rival con errores no forzados.
Tsurenko cometió más errores no forzados que Wozniacki –38 a 35–, pero también 20 ganadores a los seis de su oponente.
A veces, los intercambios de golpes eran bellos despliegues de potencia, pero Tsurenko dio con los ganadores más limpios, y Wozniacki luchó para desgastar a su oponente, que cada vez sentía que tenía más opciones de ganar.
"Vi pelotas en las que sentí que podía terminar a mi favor y que tenía que arriesgar", declaró Wozniacki. "Pero ella jugó bien, recuperó muchas bolas, esperó la pelota corta y utilizó muchos ángulos".
Una vez que Tsurenko tuvo una ventaja de un set, comenzó a jugar al tenis de manera más fluida y relajada, moviéndose lentamente y terminando puntos en la mitad de la cancha con ganadores de derecha.
Wozniacki comenzó a rendirse después de ceder un descanso para caer 2-4 y aunque tuvo el apoyo de los aficionados neoyorquinos no fue suficiente para cambiar la historia del partido.
La eliminación de Halep y Wozniacki se convierte en la primera vez que en la Era Open, que las dos mejores mujeres que entraron al cuadro principal se han ido antes de los cuartos de final.
La consolación para ambas tenistas es que a pesar de las sorpresas, es poco probable que los mejores puestos femeninos cambien después del torneo, y por lo tanto Halep seguirá como la número uno y Wozniacki de dos.
La cara de la moneda la protagonizó Sharapova, quien bajo las luces de la pista central Arthur Ashe, derrotó a 6-2, 7-5, para avanzar a la tercera ronda.
Sharapova siguió sin ofrecer su tenis más estilizado y consistente, especialmente en el primer set, pero al final encontró siempre la manera de tener control del partido y al final ser mejor que Cirstea.
El triunfo de Sharapova establece un emocionante partido de tercera ronda con la campeona del Abierto de Francia 2017, la joven letona de 21 años, décima cabeza de serie, Jelena Ostapenko, de rival.
Las dos solo se han enfrentado una vez antes, en la tierra batida en Roma, donde Sharapova ganó en un apretado encuentro que se fue a tres sets, 6-7 (6), 6-4, 7-5.
"Fue una verdadera batalla ñen Romaí. Pudo haber ido en cualquier dirección", recordó Sharapova. "Fue un partido físico realmente largo. Era nuestra primera reunión, pero no tengo ninguna duda la tónica será la misma cuando nos volvamos a encontrar, aunque ambas con más experiencia".
Sharapova, de 31 años, que disputa el duodécimo Abierto de Estados Unidos, ahora tiene un récord perfecto de 21-0 bajo las luces en Flushing Meadows, donde los aficionados neoyorquinos también disfrutaron al máximo con su tenis y presencia.EFE